Una nochevieja especial marcada por el fuego

Unas 9.000 personas procedentes de distintos puntos de España y países extranjeros celebraron ayer en Bérchules la XV Nochevieja de verano, algo menos de los 12.000 esperados por culpa de los incendios forestales que han tenido lugar en la última semana.

El ya famoso acontecimiento, ha girado este año en torno a la igualdad de la mujer a fin de concienciar a lugareños y foráneos. Además, se pusieron a disposición de los ciudadanos casi mil kilogramos de mantecados y otros tantos de uvas.

El alcalde de la localidad, Ricardo Zapata, explicó que la celebración ha contado desde primera hora con el tradicional paso de borriquillos y el reparto de anís, aguardiente, coñac y polvorones en los serones de los animales, por todo el pueblo.

La participación de una charanga, el concurso de belenes -donde se premió a todos los participantes-, un desfile de brasileños o la celebración de las cabalgatas -con un protagonismo de las mujeres- fueron otros de los actos previos a las campanadas de Nochevieja, que se acompañaron, como ya se ha generalizado de un tiempo a esta parte, con la explosión de petardos de ristra.

La cantaora María Peralta, vecina del municipio, fue la encargada de pronunciar el pregón de las fiestas, para el que creó una canción para la nochevieja berchulera.

Esta singular festividad, que se celebra desde hace 16 años, quedó fijada en el calendario de esta localidad alpujarreña en la Navidad de 1994, cuando se produjo un fallo en el suministro de la luz eléctrica que impidió a los vecinos seguir la retransmisión de las campanadas y les obligó a tomar las uvas a la luz de las velas, además de otros problemas. Desde entonces celebran una particular nochevieja en la que se festeja la llegada del nuevo año, con retraso.

Este lugar, sin embargo, no es el único de España que sigue esta original tradición, ya que desde 1995 el pueblo vallisoletano de Valoria la Buena celebra una fiesta similar.