Unas 7.000 personas 'impiden' al Cascamorras llevarse a la Virgen
La carrera, seguida por 10.000 bastetanos más, se celebra sin incidentes y en medio de un clima festivo · Para recorrer cinco kilómetros se tardan dos horas
Unas 7.000 personas participaron en la tradicional fiesta del Cascamorras, celebrada en Baza, según informaron a la agencia Efe fuentes municipales, aunque la carrera fue presenciada por unas 10.000 más.
Instantes antes de las 18.00 horas hizo su aparición Alejandro Baena acompañado por una comitiva de la hermandad accitana. El Cascamorras, de riguroso blanco, ilusionado y expectante, seguía el camino que le marcaba la bandera y el tambor. Unos metros más adelante, una inmensa masa de personas totalmente embadurnadas de pintura negra, esperaba con impaciencia el sonido del tercer cohete -que anuncia el inicio de la carrera- y la aproximación del actual Juan Pedernal para ocuparse de que no consiga el objetivo, llegar sin mancha hasta la Iglesia de la Merced.
Objetivo por otro lado imposible y que no tardaron los bastetanos que se dieron cita en Las Arrodeas ni un segundo en tirar por la borda. Un año más, el Cascamorras tendrá que regresar a Guadix sin la imagen de la Virgen de la Piedad. Allí los accitanos lo esperan para reprochárselo primero y darle ánimos para el próximo año.
La carrera, que duró poco más de dos horas para recorrer unos cinco kilómetros, transcurrió con normalidad y sin que se registrara ningún incidencia. La llegada del Cascamorras 2008 tal y como estaba previsto, convocó una de las mayores afluencias de corredores que se conoce. Además del conocimiento d esta fiesta, ha coincidido con el inicio de un fin de semana.
Fueron infinitas las veces que el público requirió a Alejandro Baena para que ondeara al viento la bandera, para que corriera por medio del pasillo que los cascamorreros le preparaban, para ser alzado por estos al cielo, para que a hombros de sus compañeros de camino fuera levantado en hombros. Todo un alarde de preparación física, primero del propio Cascamorras y también de los miles que bien en su totalidad o en parte, acompañan a esta figura emblemática que da comienzo a la Feria de Baza.
Cuando se sobrepasaban las 20.00 horas, el émulo de Juan Pedernal hizo entrada en la plaza que da entrada a la Iglesia de la Merced. Una vez allí, entró, se presentó ante la Virgen de la Piedad y desde allí pasó al convento de los Franciscanos, que con esta recepción dan por finalizada su presencia en Baza después de 111 años y donde permanecerá durante tres días, recorriendo las calles y plazas de la ciudad. En 72 horas, regresará otra vez a Guadix.
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