Una sentencia aleja de los museos el meteorito de Colomera, el mayor del país

Una sentencia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Almuñécar, en la provincia de Granada, ha alejado la posibilidad de que cualquier museo vuelva a exhibir el conocido como meteorito de Colomera, un fragmento de cuerpo celeste de unos 140 kilos sacado por su heredera legal del Museo de Ciencias Naturales en 2017.

El fallo, contra el que cabe recurso y al que ha tenido acceso EFE, desestima las reclamaciones de siete primos contra una octava y confirma que ella es la única heredera, y por tanto la titular, del meteorito que hace más de un siglo encontró el abuelo de los ocho.

El conocido como Meteorito de Colomera fue descubierto en 1913 cuando una pareja, los abuelos de la demandada y los demandantes, hacían unas obras en su vivienda y localizaron una roca de 140 kilos, los restos de un fragmento celeste más grandes localizados en el país.

El hombre, que estudió Farmacia, entendió el valor del hallazgo y lo donó al Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), centro que años después lo catalogó como el meteorito que es y donde estuvo expuesto hasta 2017.

El descubridor del meteorito murió joven y su propiedad pasó al primogénito de sus hijos y de él a la única heredera, la ahora demandada, que inició pleitos para recuperar la pieza.

Lo hizo después de que el Museo de Ciencias Naturales decidiera llevar el meteorito al lugar donde fue localizado para una muestra especial, lo que permitió a su propietaria ver un documento que atestigua que la pieza fue donada en calidad de depósito.

Ella solicitó entonces llevarse el meteorito a su casa y fue además indemnizada por orden judicial.

Cuando el resto de primos se enteraron, solicitaron que la propiedad del meteorito se sumase a la herencia de los abuelos, en la que no aparecía, para que su titularidad fuese compartida entre todos y poder devolver la pieza a un museo.

Después de varias suspensiones, el juicio se celebró el pasado mes de febrero y la sentencia ha considerado que queda probado que el meteorito era únicamente propiedad del hijo primogénito del descubridor, encargado desde el principio de su donación temporal al museo.

La sentencia ha apuntado que, "sin ningún género de dudas", el meteorito de Colomera no fue omitido de la herencia de los abuelos de los litigantes por un "olvido u omisión", sino porque ya había sido transmitido al mayor de los hijos, por lo que es propiedad legítima de la demandada.

Este fallo judicial confirma que el meteorito podrá seguir en manos privadas y sin exponerse en ningún museo, que es la decisión que hasta el momento ha tomado su dueña, que no debe compartirlo con el resto de primos.