La vuelta a la vida de las viejas azucareras de Granada: dos proyectos darán un nuevo uso a las de Santa Fe y Guadix
Un Centro de Formación y Construcción de Madera de Chopo y otro de Recepción del Geoparque revivirán las fábricas de la Salud y San Torcuato
¿Qué pasó con las casi treinta fábricas azucareras de Granada?
Se perdió Cuba, cayó el Imperio Español... Pero Granada salió ganando, y a finales del siglo XIX y principios del XX, todo el país y Europa se endulzaron gracias a la producción de azúcar que emanaba de los campos granadinos, malagueños y algunos almerienses. Había que compensar aquello que no llegaba de allende los mares y floreció entonces una industria que ha moldeado el paisaje sobre todo de la Vega de Granada, pero también de la Costa y de parte de las comarcas de Baza y Guadix. Las azucareras se han quedado como parte del imaginario de una época de cierto esplendor, con sus chimeneas como un elemento más que resiste incluso todavía el incipiente skyline granadino. Demolidas muchas, abandonadas otras, y reutilizadas unas cuántas, dos nuevos proyectos de la Diputación buscan recuperar y devolver a la vida dos de ellas: la de Santa Fe como Centro de Interpretación de la Madera, y la de Guadix como Centro de Recepción del Geoparque.
Ambos proyectos se suman a otros en marcha como la recuperación de la azucarera de San Isidro, en Bobadilla, como nuevo campus universitario, que pretende tener hasta su línea propia de Cercanías. Los provinciales son más modestos, pero no por ello menos importantes. De hecho, van a contar con fondos europeos Feder recién concedidos a estos planes propuestos por el organismo provincial y que recuperarán dos espacios abandonados y el riesgo de desaparecer.
La Puerta del Geoparque
Por su significación y por todo lo que conllevará, el proyecto más destacado de los dos que desarrollará la Diputación será la creación del Centro de Recepción de Visitantes del Geoparque en Guadix. Estará en una de las tres naves que quedan en pie, la principal seguirá sin uso, la secundaria sí está recuperada y es la sede del Grupo de Desarrollo Rural de la comarca, y la adyacente será la que se reconvierta en el punto de entrada del Geoparque.
El proyecto global requerirá de una inversión de 1,72 millones de euros y consistirá en la rehabilitación y adecuación del edificio, inaugurado en 1901 y cuya acitividad industrial cesó en 1914 por la crisis del sector (la sobreproducción debido al boom del azúcar hizo caer en picado los beneficios). El espacio es diáfano, por lo que se construirá en su interior un segundo nivel que aumentará la superficie utilizable de inmueble para instalar las diferentes estancias del Centro de Recepción: salas de exposiciones (espacio museístico) y conferencias, recepción, tienda, aultas y talleres, dos aseos, una pequeña sala de proyecciones, área de oficinas, un almacén y un aparcamiento. Se añadirá una escalera exterior y un ascensor para garantizar su accesibilidad.
El edificio conservará los elementros arquitectónicos de interés para que se mantenga de forma integral la imagen del entorno. Por otro lado, el edifició será rehabilitado con criterios sostenibles. Se instalarán paneles fotovoltaicos y un depósito de agua caliente sanitaria, así como un sistema de aerotermia. Tendrá un aforo de hasta 575 visitantes. Asimismo la actuación conllevará la urbanización exterior de la azucarera y las obras de conectividad con el casco urbano de Guadix, con un nuevo carril bici, acerado, y un parking disuasorio cercano al recinto ferial. “Será el espacio de referencia en la comarca para la recepción y atención de visitantes el Geoparque UNESCO, al ser puerta de entrada y punto de conexión con el resto de recursos ecoturísticos”, dice el proyecto.
Del azúcar al chopo
La carretera GR-3417 entre Santa Fe y Atarfe era un camino más de la Vega cuando en 1890 se construyó la Azucarera Nuestro Señor de la Salud. Actualmente la rodean campos de cultivo y choperas. De los usos de la madera para la construcción de este árbol surge el proyecto de recuperación del antiguo complejo industrial del municipio santaferino, que se convertirá en un Centro para la Construcción Industrializada en Madera.
El complejo cuenta con dos edificios. El de la azucarera en sí se rehabilitará en una segunda fase por su mal estado, que “supone la elaboración de un proyecto técnico muy detallado y especializado, un coste económico importante, y una duración de la obra de varios años”. Así que el proyecto actual se ciñe al edificio de la Alcoholera, en mejor estado, y que será el Centro de Formación Especializado en Construcción en Madera, además de Interpretación del cultivo del Chopo.
La alcoholera, al ser un espacio diáfano, cumple con los requisitos para la construcción y montaje de estructuras. Tendrá un vestíbulo de recepción y administración a dos alturas. En la planta baja irá el taller mecanizado con equipos de carpintería que permitirán montajes a escala real con varias plantas gracias a un puente grúa. También se habilitarán aulas para 30 alumnos dotadas de ordenadores para diseños.Por fuera, se regenerará todo el entorno con plantación de chopos, aparcamientos, y sobre todo áreas de maniobras para camiones.
El proyecto se justifica en Santa Fe “como parte de un ecosistema industrial y de formación de la construcción sostenible industrializada que es está implantando en Granada”, y “se concibe como un centro de referencia internacional para la formación, promoción, innovación y transferencia de la construcción industrializada con madera local”. En la azucarera “convergen los intereses de reactivar un patrimonio de alto valor arquitectónico y cultural para dar respuesta a la actual necesidad de una nueva forma de entender la construcción”.
Solo la intervención en la Alcoholera requerirá una inversión de 2,27 millones de euros de un coste total de 6,76 sumados la urbanización del recinto y la rehabilitación de la propia azucarera.
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