Cáncer

Virus del papiloma humano y cáncer: ¿Cuál es el riesgo de desarrollar la enfermedad?

El virus del papiloma humano y el cáncer: ¿Cuál es el riesgo de desarrollar la enfermedad?

El virus del papiloma humano y el cáncer: ¿Cuál es el riesgo de desarrollar la enfermedad? / Getty images

Las siglas VPH significan virus del papiloma humano (HPV, por sus siglas en inglés). El VPH se conforma por un grupo  de más de 200 virus relacionados y algunos de estos se transmiten por las relaciones sexuales vaginales, anales u orales. Hay dos grupos de VPH de transmisión sexual: de riesgo bajo y de riesgo alto. De ellos, hay al menos 14 que se consideran agentes causales de diversos tipos de cáncer que afectan tanto a hombres como a mujeres. Pero, ¿padecer el virus implica desarrollar la enfermedad?

Según indica Marta del Pino, consultora en Unidad de Ginecología Oncológica del Hospital Clínico de Barcelona, en un artículo en The Conversation, el VPH es el causante de uno de cada veinte casos de cáncer en humanos (uno de cada diez en mujeres). Es el responsable de la prácticamente totalidad de los cánceres de cuello uterino, así como de una proporción variable de cánceres de vagina, vulva, ano, pene y orofaringe: alrededor del 60 % de las neoplasias de vagina, el 40 % de los cánceres de vulva y pene, hasta el 85 % de los cánceres de canal anal y entre el 30 % y 70 % de los carcinomas de orofaringe.

Asimismo, según los datos presentes en el artículo ''en el mundo se diagnostican anualmente más de 550 000 nuevos casos de cáncer de cuello de útero y mueren más de 300 000 mujeres por esta enfermedad''. 

¿Cómo se contagia?

El VPH puede transmitirse de una persona a otra por el contacto piel a piel, como el que ocurre con las relaciones sexuales. La manera principal en que el VPH se transmite es a través de la actividad sexual, incluyendo el sexo vaginal, anal y oral. El VPH se puede transmitir incluso cuando una persona infectada no tiene signos o síntomas visibles.

El virus también se puede transmitir mediante el contacto genital sin sexo, aunque esto no es común.Diversos factores, como el inicio precoz de las relaciones sexuales o el número de parejas sexuales, aumentan el riesgo de infección, mientras que otros, como la vacuna frente al VPH o la utilización de preservativo, lo reducen.

Tipos

-Tipos de VPH de bajo riesgo

Algunos tipos de VPH pueden causar verrugas (papilomas) en o alrededor de los genitales y el ano tanto en hombres como en mujeres. Las mujeres también pueden presentar verrugas en el cuello uterino y la vagina. Debido a que estos tipos de VPH muy rara vez se convierten en cáncer, se les llama virus de ''bajo riesgo''.

-Tipos de VPH de alto riesgo

Otros tipos de VPH son llamados ''alto riesgo'' debido a que pueden causar cáncer en los hombres y las mujeres. Los médicos se preocupan más por los cambios celulares y las lesiones premalignas, ya que éstos tienden a transformarse en cánceres con el paso del tiempo. Los tipos comunes de VPH de alto riesgo incluyen los tipos 16 y 18 del virus.

¿Cuál es el riesgo de desarrollar cáncer?

En primer lugar, hay que tener en cuenta que la infección por el VPH es frecuente en casi todas las personas que son sexualmente activas y suele darse a los pocos meses o años de iniciar la actividad sexual. Alrededor de la mitad de estas infecciones son por un tipo de VPH de riesgo alto, aunque la mayoría  no causan cáncer ya que el sistema inmunitario suele controlar las infecciones para que estas no deriven en un dignóstico más grave. 

La infección por el VPH no causa síntomas y, en general, se elimina espontáneamente. Las defensas de cada individuo se encargarán de eliminar el virus. Por tanto, la mayoría de las infecciones durarán solo unos meses (o unos pocos años) y muchas de ellas pasarán desapercibidas.

En los casos en los que el virus deriva en algun tipo de cáncer, entre un 10% y un 15%, la infección suele ser de riesgo alto y persistente durante años. En estos casos, el sistema inmunitario no logra controlar las infecciones y produce cambios celulares. Si estos cambios no se tratan, empeoran con el tiempo y se convierten en cáncer.

El VPH infecta las células escamosas que revisten las superficies internas de estos órganos. La mayoría de los cánceres relacionados con el VPH son un tipo de cáncer llamado carcinoma de células escamosas. Algunos cánceres de cuello uterino surgen de la infección por el VPH en las células glandulares del cuello uterino. Estos se llaman adenocarcinomas.

También pueden darse en otras partes como en el cuello uterino, la orofaringe (parte de la garganta detrás de la cavidad oral que incluye el tercio posterior de la lengua, el paladar blando, las paredes laterales y posteriores de la garganta, y las amígdalas), el ano, el pene, la vagina y la vulva. 

Medidas de prevención 

La prevención primaria (vacunas) y secundaria (cribado) son las principales herramientas que tenemos para evitar la infección y el desarrollo de lesiones premalignas y cáncer.

Las vacunas contra el VPH pueden prevenir la infección con ciertos tipos de VPH, incluyendo los tipos que están vinculados a cánceres que están relacionados con el virus, así como tipos vinculados a las verrugas anales y genitales.  En el año 2006, se empezaron a comercializar dos vacunas capaces de prevenir la infección por los tipos de VPH 16 y 18, las variantes más dañinas.

Las tres vacunas comercializadas para prevenir el VPH que han demostrado una altísima seguridad y eficacia (próxima al 100 %) en prevenir la infección y, por tanto, también la aparición de lesiones.

En el caso de la atención secundaria, el objetivo del cribado es reducir el número y la mortalidad de esta neoplasia mediante la detección de lesiones premalignas.

El tratamiento de estas lesiones (habitualmente mediante la extirpación de una parte del cuello de útero o conización) permite prevenir su progresión y el desarrollo del cáncer. Hasta la actualidad, el cribado del cáncer de cuello de útero se ha basado en la citología.

Sin embargo, recientemente, las pruebas de detección del VPH en el cuello de útero han demostrado ser más útiles en la prevención del cáncer que la citología. Por eso, actualmente se están organizando estrategias de cribado en lugar en las citologías.

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