El convento carmelita del Santo Ángel, de Sevilla, ha acogido este sábado el primero de sus conciertos dedicados al proyecto social del Cristo de los Desamparados. Una iniciativa que ha contado con la Banda de San Isidro de Armilla como principal protagonista.

Una muestra de música cofrade, con marchas procesionales de la Semana Santa de Granada y de Sevilla, que ha servido para reafirmar la calidad y nivel alcanzado por la formación granadina así como dar a conocer algunas de las grandes marchas de ayer y hoy de nuestro particular patrimonio musical.

Con el aforo de la iglesia completo y bajo la batuta de Melchor Perelló, la banda armillera ha deleitado al respetable con piezas históricas del género cofrade, como Soleá dame la mano, de Manuel Font de Anta, o El Cachorro, de Pedro Gámez Laserna. Todo ello armonizado, entre otras, con marchas de nuevo cuño dedicadas a imágenes granadinas: Virgen del Darro, de Rubén Jordán; El Mayor Dolor, de Cristóbal López; o Nuestra Aurora, de Víctor Ferrer.

No han faltado dentro del repertorio dos marchas de referencia de autores granadinos: Lágrimas, de Melchor Perelló, dedicada a la titular homónima de la Hermandad del Santo Vía Crucis; y una de las obras más reconocidas del que fuera director de la Banda Municipal de Granada, José Faus Rodríguez, Cristo de los toreros. Una marcha esta última que ya irrumpió con fuerza en la pasada Semana Santa de Sevilla, cuando la Banda de la Cruz Roja la incorporó a la cruceta del palio de la Virgen del Refugio, de la Hermandad de San Bernardo.

La Banda de San Isidro durante su concierto en Sevilla

Como parte del programa, dos destacados estrenos para el patrimonio musical hispalense, salidos de la mano de dos jóvenes granadinos. El primero de ellos compuesto y dirigido por Elías Santiago: una partitura dedicada a la Virgen de la Encarnación, de la Hermandad de San Benito, bajo el nombre de Y María dijo sí. La segunda de las marchas dadas a conocer ha sido Señor de los Desamparados, obra de Erik Luque, dedicada al conocido como Cristo de la Sopa, el titular del grupo de fieles que ha promovido el concierto.

La Banda de San Isidro ha vuelto a tocar en este ciclo musical después de siete años. En 2015 la formación granadina debutaba en Sevilla junto a la Banda de Nuestra Señora de la Oliva, de Salteras, interpretando al alimón Passio Granatensis, de Ángel López Carreño. Los pupilos del maestro Perelló han vuelto a revalidar su éxito, con un público entregado a los músicos de Granada.