Semana Santa

Efemérides que conocías (o no) de la Semana Santa de Granada

  • Se celebran 100 años de la primera procesión del Silencio, que no tuvo al Cristo de la Misericordia como protagonista, 75 años de la coronación de la Virgen de las Maravillas y 20 de la primera salida de La Borriquilla del Perpetuo Socorro

Efemérides que conocías (o no) de la Semana Santa de Granada

Efemérides que conocías (o no) de la Semana Santa de Granada / D.G. (Granada)

La Semana Santa de 2020 pasará a la historia y eso es algo que, a estas alturas, nadie duda. Y será así, precisamente, por el hecho de no poder celebrarse estos días de Pasión del modo en que se acostumbra: con cientos de nazarenos atravesando nuestras calles, con el sonido de las bandas alfombrando el paisaje de la ciudad y con un ambiente desbordante propio de los días grandes de fiesta. Sin embargo, nada de eso será y precisamente por esto pasará a los anales

El paso de los años deja en el recuerdo también fechas históricas, momentos que muchos cofrades recuerdan - y otros desconocen - pero que han marcado un antes y un después en la memoria colectiva de la Semana Santa. Se trata de conmemoraciones de las que en 2020 se cumple su efeméride y que, brevemente, pasamos a recordar.

1920: La procesión del Silencio

El 1 de abril de 1920 era Jueves Santo y el periódico El Defensor de Granada se hacía eco de la celebración de una procesión de la parroquia albaicinera de San Luis, la llamada "Procesión del Silencio" aunque nada tiene que ver con la actual cofradía que tiene por titular al Cristo de la Misericordia. La hermandad encargada de procesionar cada Jueves Santo a la réplica del crucificado de Mora no aparecería hasta 1924 aunque años antes existió la tentativa de realizar una salida totalmente en silencio por las calles del Albaicín.

Según el historiador Álvaro Guerrero, la fundación de la Hermandad del Vía Crucis en 1918 había impulsado el ambiente cofrade en el barrio, invitando a crear y generar nuevas procesiones durante la Semana Santa. Así, surge la "Procesión del Silencio", presidida únicamente por la imagen de una dolorosa de esta iglesia y que salió desde San Luis y hasta San Bartolomé. Esta salida no se convertía en estación de penitencia ya que, más bien, era un simple traslado a fin de que la dolorosa se incorporase tras la imagen del Cristo del Vía Crucis en su procesión hasta el Cerro de San Miguel.

La procesión silente de San Luis, que contó con un cortejo compuesto por hombres y mujeres con cirio, fue acompañada por una capilla musical, dirigida por Julio Vidal y donde se interpretaron las saetillas compuestas por el organista de la Catedral Bernabé Ruiz de Henares.

1925: Reaparece la Hermandad de la Soledad

La Hermandad de la Virgen de la Soledad hunde sus raíces en el siglo XVI, dentro de la clausura de los padres carmelitas calzados de la Virgen de la Cabeza, donde hoy está situado el Ayuntamiento de Granada. Sin embargo, las vicisitudes históricas hicieron que esta hermandad - una de las más poderosas social y económicamente de la ciudad - terminara por languidecer hasta quedar prácticamente disuelta. Aunque eso no impidió que la imagen de la Virgen de la Soledad dejara de procesionar.

El impulso que había generado el Desfile Antológico y la nueva coyuntura social, impulsaba a los hermanos de La Soledad a recuperar la hermandad y devolverle el lustre que tuvo siglos atrás. De esta manera reorganizan la cofradía en el Convento de Santa Paula, donde la imagen de la Virgen había llegado procedente de la exclaustración de Mendizábal, previo paso por la Iglesia del Sagrario, donde estuvo depositada temporalmente. 

El 17 de marzo de 1925 llegaba la aprobación de los nuevos estatutos de la hermandad y donde como titulares se recogían a la Virgen de la Soledad y al Señor de la Sábana, conformando la identidad que la cofradía mantiene vigente hasta el día de hoy.

Cultos ala Virgen de las Maravillas en 1945 Cultos  ala Virgen de las Maravillas en 1945

Cultos ala Virgen de las Maravillas en 1945 / Archivo López Escribano (Granada)

1945: La coronación de la Virgen de las Maravillas y el Nazareno de las Penas, con La Esperanza

Los libros sobre la historia de la Semana Santa encierran verdaderas maravillas. Entre ellas, la fotografía de la Iglesia de San Pedro el 18 de marzo de 1945. El templo mudéjar de la Carrera del Darro abarrotado de fieles y a los pies del presbiterio, sobre un altar efímero, la Virgen de las Maravillas y a la izquierda, en la nave del evangelio, un dosel donde presidía el pontifical el obispo auxiliar Manuel Hurtado y García.

Una ceremonia que servía para clausurar el quinario que la hermandad había celebrado a ochos días del Domingo de Ramos y en el que, además, se procedía a la coronación de la Virgen de las Maravillas. Con la presencia del prelado, se bendecía la nueva corona y era el propio auxiliar el que colocaba sobre las sienes la pieza de plata sobredorada que había trabajado el orfebre Antonio Vílchez. El hermano mayor, Luis González, había dispuesto aprovechar la antigua diadema de la imagen, donada en 1857 por Catalina Zegrí, y adaptarla a los nuevos cánones y necesidades de culto.

No sería la última novedad en aquella Semana Santa, la hermandad además estrenaba el paso del Señor de la Sentencia, en madera dorada y con cuatro hachones en las esquinas; además de los nuevos respiraderos de la Virgen de las Maravillas, en madera tallada. 

EL GRAN PODER: EL NAZARENO DE LAS PENAS (1945-1963)

La Hermandad de la Esperanza inició su andadura en la Semana Santa de Granada en 1927. Desde entonces y hasta nuestra fecha, la imagen de la cofradía ha cambiado sustancialmente y también ante quién han orado los hermanos de esta corporación del Martes Santo. La dolorosa de Risueño se ha mantenido como el icono devocional desde la fundación pero no ha ocurrido lo mismo con la imagen del Señor del Gran Poder. 

La hermandad inició sus cultos venerando al nazareno del antiguo Convento de San Antón, imagen que procesionaron durante algunos años. Sin embargo, fue desde 1945 cuando la imagen tuvo un nuevo titular, el nazareno de Felipe González que se conserva en el Santo Ángel y que hoy es una de las imágenes titulares de la Hermandad de san Agustín. El conocido como Nazareno de las Penas procesionó con la cofradía de Santa Ana desde 1945 y hasta 1963, momento en el que fue sustituido por un busto de Roldán de la Plata. La cabeza de aquel nazareno, según cuenta la historia de la hermandad, era propiedad de la Hermandad de la Aurora y fue ofrecida a cambio de una parihuela. 

El Nazareno de las Penas,  bajo el nombre de Gran Poder, procesionó con la túnica que tiene la imagen y que está fechada en 1789, además de con pelo natural. Sin embargo, esta talla granadina había formado parte del cortejo del Vía Crucis, con quien procesionó durante algunos años. Y, más tarde, en los años 80, volvería a hacerlo junto a la Hermandad de la Estrella.

1960: El nuevo del palio de El Mayor Dolor

En 1934, en la iglesia junto al río, los religiosos de San José de Calasanz acogían la fundación de una nueva cofradía. Nacía así la popular Hermandad de los Escolapios. La Guerra Civil echó por alto los incipientes proyectos de esta corporación, que estuvo acogida en sus inicios por los hermanos de la Santa Cena. Sin embargo, terminada la contienda los hermanos escolapios despegaron con una frenética actividad que llevó a transformar la imagen de la Semana Santa.

El impulso económico de la cofradía lo patrocinó, en buena medida, el Ejército del Aire y estuvo dirigido a mejorar la presentación en la calle de la Virgen del Mayor Dolor. Los años cincuenta estuvieron protagonizados por tres aportaciones patrimoniales de gran interés: la corona de la Virgen, impuesta a la dolorosa el 2 de marzo de 1950 por el arzobispo Balbino Santos  y que es la que actualmente sigue portando la dolorosa de Álvarez Duarte. En 1959, la hermandad recogía del taller de las Hermanas Adoratrices de Granada el nuevo manto de la Virgen del Mayor Dolor, bordado con 30 kilos de hilo de oro sobre terciopelo de seda morado. 

La Virgen del Mayor Dolor tendrá su cuarto palio: el segundo de ellos se estrenó hace 60 años

Sin embargo, no sería la última novedad en la década. En 1960 la hermandad afrontaba el nuevo palio para la imagen. El proyecto contaba con nuevos varales, respiraderos y crestería en madera dorada y palio con bambalinas de cajón en el mismo terciopelo sobre el que había sido bordado el manto. De toda aquella 'máquina de la belleza', que diría el padre Iniesta, se conservan las bambalinas y agremanes formando hoy uno de los mantos de capilla de la dolorosa de Álvarez Duarte; y lo que se conserva de la crestería, remata el dosel de cultos del que dispone la cofradía escolapia.

Sesenta años después, esta hermandad del Viernes Santo, decide remodelar nuevamente su paso de palio. Será el cuarto y parece que el definitivo, el último que cubrirá bajo sus bambalinas a la devoción del Mayor Dolor. 

1980: De Canarias al Albaicín.

El 12 de junio de 1980 la Iglesia de San Cristóbal acogía la bendición de la Virgen de la Estrella por parte del párroco de El Salvador, José Montero. Se iniciaba una nueva era en la recién creada cofradía del Albaicín. La hermandad de La Estrella, dirigida por Francisco Martínez, contaba desde 1979 con los estatutos aprobados y se disponían a realizar estación de penitencia. Para ello contaron con dos imágenes cedidas por el Convento del Santo Ángel, el Nazareno de las Penas y la Virgen de los Dolores, que preside la sala de labores de las religiosas.

Un año más tarde, en 1980, la hermandad se disponía a sustituir a esta antigua dolorosa por una imagen propia y de nueva factura. Para ello acudieron a Sevilla, llamando a la puerta de uno de los escultores revelación de la nueva década: Antonio Joaquín Dubé de Luque. Al llegar taller hispalense el autor les enseñó una imagen que ya tenía realizada, que había sido encargada para una cofradía de Canarias, y que la hermandad insular terminó por desechar. Los hermanos de La Estrella decidieron hacerse con la talla y convertirla en su titular.

La bendición de la imagen trajo curiosidades y anécdotas que forman ya parte de la historia. Entre ellas, la corona de bendición, de la Virgen de las Penas, y que fue cedida para la ocasión; o el debate sobre similitud entre la Virgen de la Estrella y La Paz, y que en otra época la historiografía lo habría bautizado como el Pleito de las dolorosas de DubéLas coincidencias artísticas entre ambas imágenes levantó suspicacias entre los cofrades de La Borriquilla y eso motivó a que la Virgen de la Estrella bajase hasta San Andrés, ambas tallas se visitieran igual, una al lado de la otra, y una serie de expertos determinase si eran copia o no. "Eran otros tiempos. Era una competitividad absurda", dice José Antonio Gámiz, el hermano mayor de La Borriquilla. 

Primera salida de La Borriquilla desde el Perpetuo Socorro en 2000 Primera salida de La Borriquilla desde el Perpetuo Socorro en 2000

Primera salida de La Borriquilla desde el Perpetuo Socorro en 2000 / Manuel Lirola (Granada)

2000: Una nueva sede para la Semana Santa

En 1999 la iglesia de San Andrés era declarada en estado de ruina. Se cerraban sus puertas y sus feligreses se veían obligados a salir del templo. Entre los fieles ilustres, la Hermandad de la Borriquilla que veía partir a sus titulares camino de una nueva sede. La Iglesia de Santiago fue la encargada de acoger los cultos de la cofradía y la vida parroquial aunque, por cuestiones de logística, tuvieron que buscar refugio en los padres redentoristas, en el Perpetuo Socorro, para poder afrontar su salida: la Semana Santa ganaba una nueva sede y una puerta hoy ya histórica. 

El que fuera antiguo Oratorio de San Felipe se convirtió desde el año 2000 y hasta 2017 en la iglesia de salida de los hermanos de La Borriquilla, lugar donde además celebraron durante estos años el triduo al Señor de la Entrada en Jerusalén y desde donde, cada Domingo de Ramos, la hermandad iniciaba su estación de penitencia. Los goznes engrasados de la puerta 'abrieron' una nueva Semana Santa: un espacio inédito para los cofrades, que veían inaugurar cada año la semana mayor en un enclave abierto y estratégico, bañado por la luz del sol, y con una portada majestuosa que enmarcaba el cimbreo de la una majestuoso paso de misterio

La puerta del Perpetuo Socorro trajo consigo, además, el estreno del nuevo paso del señor de la Entrada en Jerusalén. Una gran talla en madera de cedro diseñada por el genial Antonio Ibáñez y que vio sus primeras formas en el año 2004. Un espacio 'escenográfico' que permitió también incorporar las imágenes de Ángel Ansejo. 20 años después, de vuelta a San Andrés y con el paso prácticamente terminado, el hermano mayor José Antonio Gámiz asegura que entre el 70 y el 80% de los hermanos siguen todavía acostumbrándose a volver a su casa, la que nunca habían conocido: "Mucha gente se siente redentorista pero es alentador volver a casa".

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