Crónica | Jueves Santo 2021

Semana Santa en Granada: tercer Jueves Santo consecutivo sin cofradías en la calle

  • La Aurora, La Estrella y Salesianos copan el protagonismo del día con actos de veneración en sus sedes canónicas. Ni La Concepción ni El Silencio organizan actos públicos para el día de su estación de penitencia

  • La respuesta masiva y las largas colas inciden, un día más, en el respaldo social a las cofradías

Semana Santa en Granada: tercer Jueves Santo consecutivo sin cofradías en la calle

Semana Santa en Granada: tercer Jueves Santo consecutivo sin cofradías en la calle / Antonio L. Juárez (Granada)

El agua, los truenos y el granizo que azotaron Granada el Jueves Santo de 2019 siguen presentes en la memoria de muchos cofrades. Qué decir del Jueves Santo de 2020, de sofá, brasero, pestiños y pasos en la tele. El 1 de abril de 2021, aunque con los mismos visos, con la suspensión de todas las estaciones de penitencia y ninguna cofradía en la calle, tuvo un carácter diferente; permitiendo reconciliar a muchos con sus ganas de Semana Santa, recorriendo los templos de la ciudad para ver a algunas de las hermandades que en la jornada de ayer deberían haber procesionando por la ciudad. Y es que sólo tres de las cinco cofradías dispusieron de actos de veneración este Jueves Santo, dejando la jornada sin la expectación suscitada días atrás.

En torno a dos puntos geográficos pilotó el ambiente cofrade de Granada este Jueves Santo: uno latiendo desde el Zaidín, en torno a la parroquia de María Auxiliadora, y el otro, mucho más arriba, en el Albaicín con dos iglesias abiertas que, por momentos, se vieron desbordadas con la afluencia de público. La Hermandad de los Salesianos madrugaba para disfrutar de una jornada tan singular como las que está regalando este 2021, con sus titulares en una de las capillas de salida sobre un magnífico altar y ríos de gente a las puertas del templo dispuestos a recrearse en cada uno de los elementos que compusieron aquella construcción efímera. El Señor de la Redención en lo alto, como si estuviera sobre su paso y abrazado por los guardabrisas caoba de Guzmán Bejarano, entre medias un espigado bosque de cirios y moradas flores entre las cuales se abría la presencia de la Virgen de la Salud, vestida de reina y luciendo en el pecho el puñal que había sido sustraído días atrás. En este Jueves Santo, sin lluvia y sin pasos, no faltó el cariño de los hermanos ni tampoco el de un barrio que se echó a la calle. El hermano mayor de la corporación, Alberto Cuerva, señalaba la importancia de "hoy más que nunca la gente, los hermanos, los fieles han venido a los pies de nuestros titulares a pedir la salud que a tantos falta".

En lo alto de la ciudad, en la parroquia de El Salvador, miles de personas desfilaron ante las puertas de la antigua mezquita aljama del Albaicín. Desde media mañana se iniciaron las colas en el templo, que fueron desviándose hacia el Carril de las Tomasas y que obligó, entre otras cosas, a ampliar el horario previsto de apertura del templo. La Hermandad de la Estrella atrajo la expectación de tantos que no quisieron perderse una estampa inédita: un altar erigido en uno de los extremos del presbiterio, con la orfebrería del paso de palio, las tulipas del paso de Cristo y un gran dosel que cobijaba al nazareno de Pasión, de liso, como acostumbra cada Jueves Santo. María Santísima de la Estrella centró la composición de aquel altar, vestida con sus mejores galas, con la saya que bordara Juan Spitzley, y manto recogido al talle en azul noche. A ambos lados, como fieles custodios, dos músicos de la agrupación de La Estrella que no faltaron a la cita con su hermandad, sirviendo como escolta de honor a sus titulares.

Los titulares de La Estrella, escoltados por los músicos de la banda de la hermandad Los titulares de La Estrella, escoltados por los músicos de la banda de la hermandad

Los titulares de La Estrella, escoltados por los músicos de la banda de la hermandad / Jesús Jiménez (Granada)

La rampa dispuesta en las escalinatas de San Miguel hizo anudar el estómago de más de uno. Evocación directa al expectante nerviosismo que encierra un Jueves Santo cuando al salir la hermandad resuena la tablazón con el racheo de los costaleros de El Perdón y La Aurora ante la mirada de una Granada vestida de blanco y rojo. Aquel espejismo se volvió en una hilera incesante de almas dispuestas a dejarse cautivar por la emoción y el anhelo de volver a ver a esta señera cofradía en las calles de la ciudad. Largas colas que, simulando un anónimo cortejo, se prolongó por momentos a todo lo largo de la calle San José.

En el entarimado del presbiterio, María Santísima de la Aurora coronada, vestida para la calle, con su saya de corbatas y manto de salida. En el retablo, bajo dosel y escoltado por cera y flor morada, el Señor del Perdón, serpenteante Mesías amarrado a una columna. Tributo musical de Jesús Despojado al maniatado de Diego de Siloé que emocionó a los presentes. Y despliegue de sensaciones y emociones cuando, más allá del tú a tú frente a los titulares de la hermandad, envolvió al respetable el patrimonio que la hermandad atesora, dispuesta en las capillas musealizadas junto al presbiterio, y que hablaron del trabajo y esfuerzo de tantos, del resultado de una vida y una historia cosechada por una gran familia.

Oración y fervor ante la Virgen de la Aurora coronada Oración y fervor ante la Virgen de la Aurora coronada

Oración y fervor ante la Virgen de la Aurora coronada / Jesús Jiménez (Granada)

Las hermandades de La Concepción y El Silencio no promovieron actos de veneración para este Jueves Santo. Los hermanos del Amor y la Entrega ya disfrutaron de su sede abierta desde el pasado Sábado de Pasión, cuando se estrenó uno de los mejores altares erigidos esta Semana Santa con sendos titulares presidiendo el mismo, y que se mantuvo en pie hasta el pasado Miércoles Santo. El hermano mayor de la cofradía, José Arcoya explicaba que "teníamos que conciliar la veneración de los titulares, como un acto de piedad popular, con la vida litúrgica del convento y de la hermandad, dejando el templo lo más despejado posible para acoger la celebración de los oficios". Similar circunstancia concurrió en la iglesia de San José que quedó abierta únicamente para las celebraciones religiosas y un acto íntimo, a media noche, que la hermandad retransmitió por redes sociales.

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