Empiezan las vísperas

Los cofrades granadinos se preparan para una intensa Cuaresma

  • El testimonio de Elisa Gómez, Francisco Donaire, Jorge Heredia, Juan Spitzley o Candela Martínez ayudan a comprender cómo se vive el punto de partida de la próxima Semana Santa

Los cofrades granadinos se preparan para una intensa Cuaresma

Los cofrades granadinos se preparan para una intensa Cuaresma / Francisco Neyra (Granada)

Miércoles de Ceniza. Ahora sí, empieza la cuenta atrás. Para muchos cofrades la llegada de la Semana Santa se ha hecho mucho más corta que otros años, y no solo por lo tempranera que resulta la Cuaresma en este año, también porque aún pervive el resuello de la procesión magna del pasado mes de octubre, donde las cofradías granadinas se pusieron de gala con motivo del Encuentro Nacional de Hermandades. 

Arranca un tiempo de preparación de cinco semanas en el que las corporaciones penitenciales de la ciudad toman el pulso a la vida de la ciudad: ensayos, mudás, pregones, presentaciones de cartel, triduos y quinarios... que se aderezan con noches de hermandad al calor de la limpieza de enseres y de los repartos de túnicas y papeletas de sitio. Mientras, el patrimonio vivo de las hermandades, se dispone a vivir la Cuaresma con la ilusión renovada de cada año.

De padres a hijos

Entre los cofrades nunca falta la expresión de cómo el árbol es necesario regarlo desde chiquitito. Una metáfora que viene a explicar la necesidad de ir enseñando a los más pequeños de la casa la tradición cofrade, inculcándole los valores que hay en la Semana Santa y en el credo de la Iglesia. Una labor que nace en familia, como asegura Elisa Gómez, costalera de la Hermandad de los Estudiantes: "este año, por motivos de salud, no podré ir debajo del Señor de la Meditación, pero voy a aprovechar la Semana Santa para vivirla intensamente junto a mi marido y mi hijo, que este año volverá a salir de niño hebreo el Domingo de Ramos y se estrena como monaguillo en Favores. Ahora toca cumplir con esta función y transmitirle al pequeño de la casa el amor a la hermandad y a nuestros titulares, como en casa, mi marido y yo, hacemos en el día a día".

Un legado en el que también trabaja Francisco Donaire, diputado mayor de gobierno de la Hermandad de la Soledad. Su labor como docente la compagina, necesariamente, con sus funciones como padre de familia así las responsabilidades propias de una junta de gobierno. De esta manera, como cabe esperar, "la Cuaresma -y qué decir la Semana Santa- se presenta muy ajetreada. En lo personal, disfrutando el día a día con los niños, que ya aprenden a conocer su hermandad y la Semana Santa. Mientras, sacando tiempo para todos los proyectos de la hermandad, que son ilusionantes por el nuevo impulso que está tomando la cofradía".

Al pie del cañón

Hay quienes viven la Cuaresma desde otra óptica. Es el caso de Jorge Heredia quien, como bordador y vestidor, estas semanas son uno de los momentos más exigentes del año. "Mi día a día está marcado por las hermandades. Mis amistades, mi trabajo y mi vida, en general, giran en torno a la Semana Santa. Es verdad que en estas fechas todo se intensifica. En el taller donde trabajo empieza la cuenta atrás para entregar a tiempo y con la calidad exigida todos los proyectos, y además tocan los cambios de vestimenta de hebrea, pero también cultos y, en breve, la subida a los pasos. Es verdad que son fechas muy intensas y de cierto agobio, pero también donde se disfruta de las vísperas".

Desde de la tienda cofrade Corpus Christi, regentada por Juan Spitzley, Cuaresma es todo el año. En su negocio, la relación con la cofradías es primordial, de ahí que el ritmo no desfallezca nunca aunque, asegura que "después de Navidad, es cierto, que hay más ritmo de trabajo"; suministrando terciopelos, damascos, brocados, galones, flecos y borlas a hermandades de todos los puntos del globo: "Nuestros clientes son mayoritariamente de Andalucía pero es verdad que vendemos a hermandades y cofradías, y también artesanos, de toda España. También hemos tenido pedidos de Italia, Francia, Austria o Alemania, incluso Sudamérica". Una labor que compagina, además, con la dirección artística de la Asociación Cultural El Bastidor de Oro, de Padul, donde enseña a quince alumnas a bordar en repostero y en hilo de oro.

Savia nueva

Aunque la Cuaresma no ha hecho sino empezar, hay quienes, como Candela Martínez, viven estas semanas previas al Domingo de Ramos con verdadera emoción. Alumna de Bachillerato en las Escuelas del Ave María, con sus dieciséis años participa activamente de la vida de hermandad de las dos cofradías a las que pertenece, Santa María de la Alhambra y la Humildad: "La Cuaresma es para mí el momento más bonito del año, porque vives la hermandad en el día a día, con la gente del grupo joven, ayudando a preparar la estación de penitencia, en las limpiezas; o en las diferentes representaciones en las que participamos". Una rutina que obliga a saber compaginar correctamente la vida académica con la vida cofrade, máxime cuando asume también, por primera vez, la responsabilidad de presentar un cartel: el del grupo joven de La Alhambra, que se dará a conocer el próximo viernes.

Porque en este 14 de febrero, los enamorados darán muestras y signos de su amor. Mientras, los cofrades, con la frente ungida de ceniza, ya tachan en rojo el calendario: ya sí, quedan tan solo 39 días para el Domingo de Ramos. 

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