Previa | Jueves Santo en Granada

Granada se prepara para vivir a lo grande el Día del Amor Fraterno

  • El barrio del Albaicín concentra la actividad cofrade, con cuatro cofradías en la calle

  • Cinco hermandades realizan hoy su estación de penitencia: Concepción, Salesianos, Aurora, Estrella y Silencio

Granada se prepara para vivir el día del amor fraterno

Granada se prepara para vivir el día del amor fraterno / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

El Jueves Santo es uno de los días más importantes de la Semana Santa. Tanto en lo religioso, puesto que hoy da comienzo el triduo pascual, como en lo estrictamente cofrade: con cinco hermandades en la calle, de gran seguimiento popular y en una jornada festiva, lo que llevará a la ciudad a quedar desbordada de gente para disfrutar del ambiente, de las cofradías y de todo cuanto ofrece Granada en estos días de celebración.

La jornada vendrá marcada, un día más, por las apacibles y primaverales temperaturas. Se espera un día poco nublado y el mercurio por encima de los 25 grados. Oportunidad de excepción para echarse a la calle y acompañar en su estación de penitencia a las corporaciones nazarenas que toman el pulso de la actualidad: La Hermandad de la Concepción, la encargada de inaugurar el Jueves Santo de 2023; la Hermandad de los Salesianos, que partirá desde la iglesia de María Auxiliadora, en el Zaidín; la Hermandad de la Aurora, que prevé uno de los cortejos más numerosos y nutridos de cuantos se han visto en esta Semana Santa; la Hermandad de la Estrella, que se ha visto obligada a cambiar su itinerario de regreso; y, por último, la Hermandad del Silencio, cuya presencia se espera a partir de la medianoche y hasta bien entrada la madrugada del Viernes Santo.

Concepción

Hay hermandades que saben reconvertirse para ofrecer una imagen depurada de sí mismas. Elegantes y selectas, solemnes, aun sin perder su carácter e identidad personales. Ejemplo de ello podría ser, precisamente, esta corporación nazarena que parte cada Jueves Santo desde el convento de la Concepción. Una hermandad humilde y sencilla, como les gusta definirse, pero que contrasta con la grandeza y generosidad con la que aman y se entregan.

Pocas cofradías tienen el privilegio de estos hermanos de vestirse la túnica nazarena y realizar estación de penitencia mirando de tú a tú a la Alhambra, llevando los cirios al cuadril perfilados por el skyline del monumento nazarita. Un auténtico espectáculo para los sentidos. Agrupación musical para el andar costalero del nazareno de túnica blanca, con un paso que regala los destellos de la plata y la caoba bajo el sol de la tarde. Como olor y fulgor despierta la presencia en la calle del palio de María Santísima de la Concepción. Pero en la recogida es donde escancia el mejor caldo: acérquense al Callejón de Zafra. Degusten. Y verán lo que encuentran. Néctar. 

Salesianos

Túnicas negras y capaz azules surcarán las calles del Zaidín para llevar devolverle a la ciudad un poco de Redención y de Salud. La que anuncian y pregonan los hermanos de Los Salesianos cada Jueves Santo en su estación de penitencia, con uno de los recorridos más extensos de nuestra Semana Santa. 

Granada aguarda al crucificado del largo sudario andar por las calles a los sones de La Elevación. Un deleite para los sentidos ver andar el buque caoba de Guzmán Bejarano siempre de largo por las grandes avenidas del barrio antes de llegar al centro. Momento que, sin marcos incomparables, da muestra de la casta que se gastan los barrios de Granada. Y frente a la crudeza que encierra la muerte de la cruz, la dulzura del palio de La Salud: de desbordante presencia, en su vestimenta, su flor y su mecida. Otro de esos pequeños relicarios siempre por descubrir. 

La Virgen de la Salud, a su salida La Virgen de la Salud, a su salida

La Virgen de la Salud, a su salida / José Velasco / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

Aurora

Las devociones nacen del corazón. Y en San Miguel hay mucho de ambas cosas. Por eso la emoción se contagia cuando se ve salir a las calles a la Hermandad de la Aurora. El extenso cortejo es solo la prueba del compromiso de los suyos con la medalla que llevan al pecho y con el amor incondicional de a quienes acompañan: al sinuoso maniatado de Diego de Siloé, Nuestro Padre Jesús del Perdón, y a la luz más blanca del Albaicín, María Santísima de la Aurora Coronada. 

La dimensión de la cofradía en todo su itinerario es un ejemplo y casi una escuela cofrade, alimentada de padres a hijos. En el discurrir de los nazarenos, y aun de las mantillas, pero también en el soberbio andar que consigo trae el paso de misterio. Andar valiente, recreado en cada chicotá. Prodigio halconero. Como el que también se adivina bajo el palio blanco, que transcurrirá este Jueves Santo entre gritos y vivas a la patrona del barrio.

Estrella

Recuerdo haber escuchado de pequeño un refrán que venía a decir que en el tarro pequeño está la buena confitura. Y así es. No siempre es necesario un paso de grandes proporciones, de compleja escenografía sobre la canastilla para ofrecer el mejor resultado. Y a las pruebas hay que remitirse. El paso de Nuestro Padre Jesús de Pasión ya es un referente estético y plástico de la Semana Santa de Granada, más aún cuando el nazareno de Dubé señorea por las calles de su barrio y de la ciudad con una majestuosa túnica bordada.

La Hermandad de la Estrella baja un año más a Granada para hacer su estación de penitencia. En un Jueves Santo que se echará a las calles y desbordará la Carrera del Darro y Plaza Nueva para recibir a la cofradía. Sin embargo, este año también se halla la oportunidad de descubrir los instantes de siempre en otros escenarios, como la recogida por la Cuesta de San Antonio y la Carretera de Murcia, con la hermandad que desde más alto viene y hacia lo más alto sube, con una panorámica de la ciudad, digna para el recuerdo.

Cortejo de la Hermandad del Silencio Cortejo de la Hermandad del Silencio

Cortejo de la Hermandad del Silencio / Antonio L. Juárez (Granada)

Silencio

Granada cuenta con su propia Madrugá. Sin bullas ni apreturas, y con una esencia que guarda el sabor de antaño. La que se palpa a oscuras por la Carrera del Darro con la única iluminación que arrojan los cirios tiniebla de la Hermandad del Silencio. Y los hachones que custodian al Santísimo Cristo de la Misericordia. 

La gente acostumbra a acompañar a la cofradía en Plaza Nueva, en los primeros instantes de su estación de penitencia. Sin embargo, hay otros muchos puntos donde la hermandad regala auténticos momentos e instantáneas que guardar, como dijera el pregonero, en la cajita de los recuerdos. La calle Ganivet, al desnudo; la subida por Pasiegas; o ver la salida en la Puerta del Perdón son solo pequeñas píldoras donde llevarse a casa lo mejor de lo mejor.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios