Entrevista con nuestros artesanos | Alberto Quirós, orfebre

"Muchos cofrades en Granada siguen estando llenos de complejos"

  • Coronas, potencias, joyas y candelabros son algunas de las piezas que el taller de Alberto Quirós labra para la Semana Santa de Granada. Junto a él conocemos cuáles son los secretos del oficio y cómo afronta la situación actual

"Muchos cofrades en Granada siguen estando llenos de complejos"

"Muchos cofrades en Granada siguen estando llenos de complejos" / Jesús Jiménez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

Bajo la luz de un flexo y entre buriles y punzones Alberto Quirós (Motril, 1983) lleva más de una década dándole forma a la plata. De su taller han salido algunas de las obras más importantes para la Semana Santa de Granada y que han permitido renovar la historia más reciente de la orfebrería de la provincia. Tímido y modesto, a partes iguales, Quirós se siente agradecido por la confianza que en él, año tras año, depositan las hermandades y que le han permitido dar cauce a su ingenio e inquietud, haciendo de su oficio una pasión.

Sumergidos de lleno en la celebración de la Semana Santa, el orfebre granadino hace un alto para echar la vista atrás y ver lo rápido que pasa el tiempo. Hace catorce años ya que terminó sus estudios en Córdoba donde se especializó en orfebrería y joyería: "Me fui a vivir allí durante dos años para seguir con la formación que había empezado en Granada y si aquello no me convencía meterme en la universidad a hacer Bellas Artes. Las cosas me fueron bien y lo que iban a ser dos años en Córdoba terminaron por ser diez". Unos años que recuerda con cariño donde se curtió en el oficio en distintos talleres, entre ellos, los hijos del célebre platero Díaz Roncero.

- La formación superior es importante para buscarte un futuro en una sociedad como la actual pero no sé si en oficios como el tuyo, tan vinculado a la tradición y a la artesanía, la práctica y la formación de taller es más importante aún. 

- Las escuelas de arte y la universidad son importantes porque allí coges la base, los rudimentos de la profesión y las nociones básicas de cómo funciona todo. Sin embargo donde aprendes el oficio es en el taller. En las escuelas no está el ambiente que se vive en un taller, donde tienes que estar siempre dando lo mejor de ti y buscando que el cliente salga satisfecho. Yo lo vi cuando entré por las tardes a trabajar en un taller en Córdoba y lo veo ahora cuando recibo a los prácticos: aquí no se puede estar estar relajado, como si simplemente se viniera a aprender; aquí hay que trabajar y estar pendiente. 

"Son necesarias las oportunidades para demostrar que sabes hacer bien las cosas"

- ¿Cuándo surge la necesidad de buscar tu propio camino y crear un taller que lleve tu nombre?

- En 2007 empezaron a llegarme los primeros encargos. Algunos cofrades ya me conocían y empezaron a confiarme trabajos a mí particularmente, no al taller donde estaba. Empecé trabajando para la Hermandad del Cautivo de Granada, haciendo las potencias del Señor y la daga de la Virgen de la Encarnación. A partir de ahí vas viendo las oportunidades y en 2011 vuelvo a Granada y abro ya mi propio taller. El hermano mayor de Los Ferroviarios, Óscar Jiménez, me dio la oportunidad de hacer unos llamadores y de participar en el Capricho Cofrade que me abrió muchas puertas y a partir de ahí empezaron a llegar los encargos. Muchos habían oído hablar de mí pero no me conocían, así que fu un lugar donde darme a conocer.

El orfebre granadino lleva desde 2011 con su propio taller El orfebre granadino lleva desde 2011 con su propio taller

El orfebre granadino lleva desde 2011 con su propio taller / Jesús Jiménez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

- De ahí a que cuatro años más tarde te confíen una obra de relevancia como la corona de coronación de la Virgen de la Amargura. 

- Entre medias empiezan a confiarme trabajos importantes y ahí llega la Hermandad del Huerto, con la orfebrería del techo de palio y la corona. Yo me veía capacitado pero no había llegado aún una hermandad que quisiera confiar y apostar por mí; son necesarias las oportunidades para demostrar que sabes hacer bien las cosas y sabes además que te juegas mucho; además de que todo el mundo va a estar pendiente de tu trabajo y sientes el peso de la responsabilidad. Sin embargo, cuando me quedé solo en la Catedral, después de la coronación y antes de que saliera el palio, me sentí tranquilo, en paz. 

"Hay hermandades que por el hecho de que un trabajo venga de Sevilla piensan que es mejor que lo hay aquí"

- Históricamente Granada ha sido una ciudad que ha contado con grandes plateros sin embargo, desde los años noventa y después de Moreno, parecía haber quedado ahí un hueco. ¿Te consideras heredero de esa tradición?

- No seré yo quien diga que sí, me parece pretencioso. Yo simplemente busqué un oficio y desde entonces he trabajado para Granada como para otros sitios de Andalucía. Aquí lo que importa es trabajar bien y más en los tiempos que vivimos. Con las redes sociales, que corren como la pólvora, es muy fácil saber si vas por el buen camino o te estás equivocando. 

- Entonces, ¿te sientes favorecido o atacado por la crítica?

Siempre habrá a quien no le guste mi trabajo pero en términos generales estoy satisfecho. El problema de muchos cofrades de Granada es que están llenos de complejos. No es que critiquen tu trabajo es simplemente que simplemente es como si no le dieran credibilidad o valor. Hay hermandades que por el hecho de que un trabajo venga de Sevilla piensan que es mejor que lo hay aquí y te sorprende que sean capaces de pagar más por el hecho de que venga de fuera, suponiendo que por eso es mejor que mi trabajo y que su nombre tenga más valor que el mío. Tendrán más años que yo, seguro, pero a nivel de calidad a veces es más que discutible. Pero en general, no me puedo quejar de cómo me trata la ciudad, me siento querido.

- ¿Qué te gustaría hacer para la Semana Santa de Granada que aún no hayas podido hacer?

- Hay muchas cosas pero me gustaría por hacer un palio completo firmado por mí. Es verdad que ahora, con los tiempos que corren, es difícil pero esto es una carrera de fondo. Ahora mismo las hermandades no tienen fondos y la cosa va lenta pero confío en que llegue. De momento, estoy trabajando en proyectos ilusionantes con la Hermandad del Huerto, para la que estoy haciendo la orfebrería del palio y para la que vamos a darle una vuelta a los varales; tengo otro palio en Jaén, el de La Trinidad, con las jarras y la candelería... pero todo va muy lento. De aquí a que esté todo terminado le quedan todavía unos años.

- Con la situación económica de las hermandades, de la que depende en gran parte el futuro del taller, ¿qué perspectivas tienes? 

El año pasado por estas fechas ya tuve que empezar a plantearme muchas cosas y en verano tuve que reducir el personal del taller previendo lo que podía pasar. La situación no es la mejor pero hay que tomar conciencia de las cosas y buscar soluciones; y por ahora, vamos tirando. Siguen saliendo trabajos y vamos funcionando poco a poco; se aprueban presupuestos pero la velocidad ha cambiado mucho. Por ejemplo, teníamos que haber entregado tres coronas entre el año pasado y éste y la entrega se ha pospuesto para el año que viene. La situación es la que es y no queda más que aguantar y adaptarse a cómo vienen las cosas.

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