El Cristo de la Expiración, el crucificado más grande de nuestra Semana Santa y que cumple 75 años desde su hechura, ha protagonizado en la tarde del primer viernes de Cuaresma el tradicional vía crucis de la Federación de Cofradías.

La Catedral ha acogido la celebración de este acto piadoso en el que participaron más de doscientas personas, entre hermanos de la cofradía de Los Escolapios, representaciones de otras hermandades y fieles en general que no se han querido perder el momento.

Al término del vía crucis, y a diferencia de otros años, el Cristo de la Expiración no ha regresado a su templo sino que se ha quedado en el interior de las naves catedralicias.

Y es que, con motivo del septuagésimo aniversario de la bendición de este imponente crucificado de Sánchez Mesa, la hermandad celebrará este sábado su función principal de instituto, la cual está previsto que esté presidida por el arzobispo de Granada.

Al término de la misa será cuando se inicie la salida extraordinaria de la imagen, que recorrerá las calles del centro de la ciudad.

El itinerario fijado llevará a la hermandad escolapia hasta la parroquia de La Magdalena, donde será recibida corporativamente por la cofradía de El Rescate.

Desde ahí la hermandad buscará la calle San Antón para llegar hasta las puertas del Convento del santo Ángel, sede de la hermandad de San Agustín.

A partir de ahí, y acompañados como en el resto del recorrido por la banda de las Tres Caídas, la hermandad buscará a continuación el Puente Romano para volver a su templo.

Con motivo de estos cultos, la hermandad ha estrenado una capilla musical titulada La Expiración, obra de Elías Santiago, la cual fue interpretada por primera vez en el traslado de la imagen hasta la Catedral de Granada.

Asimismo, los costaleros de Agustín Ortega han sido los encargados de costear el nuevo juego de potencias que lució el crucificado, realizadas en plata de ley con baño de oro y que han sido ejecutadas por Alberto Quirós bajo el diseño de José Manuel Martínez Hurtado.