El único anciano del centro de personas mayores Huerta Palacios, en Dos Hermanas, que seguía ingresado por coronavirus ha fallecido en el hospital de Valme, según informaron este jueves los familiares de los residentes. Así pues se elevan a dos las personas que han muerto por el virus en esta residencia gestionada por la Junta de Andalucía.

Desde que se inició la pandemia son 12 los contagios en este centro, más otros cuatro entre el personal sanitario. En la actualidad hay diez los ancianos contagiados, nueve de ellos en las propias instalaciones y el que ha fallecido en el hospital de Valme. 

Los responsables del centro han comunicado a las familias que las últimas pruebas de Covid-19 practicadas a los residentes han revelado otros dos casos más positivo, aunque son pacientes "asintomáticos".

Esta residencia dispone de 121 plazas y fue medicalizada por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) a cuenta del impacto de la pandemia.

Los familiares de los residentes siguen insistiendo en la "desinformación" que sufren por parte de la dirección, una "constante" a la que se suma la escasez de recursos para contactar con los anciano. Pese a la reciente donación de 12 teléfonos móviles al centro, el responsable de la residencia ha "impuesto unas normas que lejos de acortar la distancia con los mayores, la ha alargado".

"La nueva regla sólo permite videollamadas un día a la semana entre las 17:30 y las 19:30 horas, haciendo que la comunicación con los abuelos y abuelas aún sea más difícil que antes de tener 12 dispositivos, de los que la residencia sólo hace uso de cinco", denuncia Nicolás López, uno de los portavoces de la asociación de familiares.

Las familias recalan que no les parece normal una llamada a la semana después de 40 días de confinamiento y señalan que la dirección de la residencia no explica el motivo para limitar el uso de todos los teléfonos aun cuando "vienen cedidos con banda ancha ya pagada por la ONG y MAS MOVIL". Se sienten "defraudadas con las medidas tomadas desde la dirección", a la que acusan de "falta de empatía y sensibilidad".

La asociación de familiares concluye con un agradecimiento a todo el personal de la residencia que hace lo indecible por seguir trabajando y mantener la residencia funcionando a pesar de las dificultades.