Los destrozos que provocó el temporal de la primavera de 2018 en la Plaza de España continúan intactos un años después. Parte de la balaustrada de este referente patrimonial y el revestimiento de una farola, ambos elementos realizados con cerámica, fueron arrancados al desprenderse una palmera por la fuerza del viento. La zona afectada, cercana a la torre sur, se encuentra 12 meses después vallada, a la espera de su reparación. 

La Asociación de Amigos de los Jardines de la Oliva -implicada en la conservación de las zonas verdes y monumentales de la ciudad- ha dado la voz de alarma sobre la permanencia de este destrozo. 

Este colectivo exige al Ayuntamiento de Sevilla una pronta reparación de los daños, al tratarse de un enclave patrimonial, el máximo exponente del regionalismo arquitectónico de Aníbal González. 

Aspecto que sigue presentando la Plaza de España un año después del temporal.

La Plaza de España suele ser objetivo de actos vandálicos, de ahí que en los tres últimos mandatos se haya suscitado el debate sobre la conveniencia de aumentar las medidas de seguridad para evitar más destrozos. Hasta la fecha, poco se ha hecho para mejorar dicha situación.

Un informe de 2010 alertaba de que el gasto municipal en las reparaciones que se llevaban a cabo en esta joya regionalista se elevaba a 200.000 euros anuales por aquel entonces.