Sierra Nevada ha abierto este miércoles la zona de la Laguna de las Yeguas, el área favorita de los esquiadores expertos, con lo que la estación invernal granadina alcanzará los 55 kilómetros, la mayor superficie esquiable en lo que va de temporada 2023-2024. Es el mejor momento de lo que va de curso para el complejo invernal a pesar de que las altas temperaturas de estos días no hayan sido las más adecuadas para el arreglo y acondicionamiento de las pistas.

La empresa que gestiona la estación de esquí, Cetursa, ha confirmado este miércoles que la apertura de la Laguna ha sido posible "gracias al intenso trabajo de los maquinistas que, por dos veces, han tenido que acondicionar la zona, toda vez que la borrasca Karlotta estropeó buena parte del pisado de las principales pistas del área cuando ya estaba a punto para abrir pistas".

Con la entrada de la Laguna en el parte de nieve, se habilitan dos sectores más de la pista La Trucha, la Cuesta de las Artesillas y la pista Olímpica en su totalidad, así como Puerta Laguna, que da acceso a la zona desde las pistas de Veleta. La calidad de nieve en la Laguna es polvo dura y los espesores se fluctúan entre los 20 y los 35 centímetros. El telesilla Laguna será el remonte que dé servicio a la zona.

Por otro lado, Cetursa ha confirmado que el servicio de máquinas de la estación ha podido recuperar también este miércoles la pista Maribel, que se vio afectado hace días por la corriente de agua, barro y nieve que también afectó a la pista de El Río. De hecho, en esta misma se advierte a los usuarios que tengan precaución en la parte final, ya que hay un estrechamiento a causa de los estragos de la riada tras el colapso del tubo de canalización de deshielo de esta pista.

Es el mejor momento de la temporada en el complejo invernal. Después de un complicado inicio de temporada por falta de nieve, y la prolongación de la situación de sequía que obligó a la producción de nieve sin que el resto del macizo apareciera con su histórico manto blanco, dos borrascas pudieron colorear las partes altas de la estación. Cuando llegó la borrasca Karlotta se esperaban grandes cantidades de precipitación que así se produjeron, incluso de tal manera que se retrasó el inicio de la jornada uno de los días después de que el hielo obligara a cambiar poleas de varios remontes.

Justo al día siguiente de ese episodio, las repentinas alta temperaturas provocaron un deshielo repentino que colapsó la canalización bajo la pista del río, provocando una riada de lodo en la parte baja de la estación que vino a condicionar la práctica del esquí, pero dejando una imagen dantesca de barro sobre la nieve de la que aún no ha terminado de reponerse la estación.

Los próximos días serán, eso sí, complicados. Hasta el viernes no se esperan cambios en el tiempo, cuando hay previsto un descenso de las temperaturas "notable" según la Aemet con probabilidad de precipitación incluso en cotas relativamente bajas, a partir de los 1.200 metros de altitud. Mientras el buen tiempo invernal llega, la estación tendrá que lidiar estos dos próximos días con temperaturas que incluso este miércoles no llegarán a bajar de los cero grados.