Un deslizamiento de tierras, la caída de más de 8.000 toneladas de rocas sobre la carretera, y el milagro. Hace una semana la provincia de Granada contenía la respiración por un accidente natural que podía haber acabado en tragedia, pero que sólo dejo ocho heridos leves (dos de ellos una bebé de seis meses y un niño de cuatro años), numerosos daños materiales y un gran susto. El derrumbe de una ladera en el kilómetro 16 de la carretera de acceso a la estación de esquí de Sierra Nevada que pudo ser un desastre de enormes magnitudes, pero se quedó en mucho menos. Una semana después, la normalidad ha regresado a la zona, aunque de forma temporal. Puesto que todavía queda mucho por hacer.

A lo largo de este sábado, con la apertura autorizada por la Consejería de Fomento desde la noche del jueves una vez se había logrado estabilizar la ladera y evitar más caídas de rocas, los coches han podido volver a subir y bajar por su camino habitual, la A-395, y no realizando las subidas por el camino del Purche y la bajada por Hazallanas, como se había habilitado para las anteriores jornadas.

Esto ha provocado que el tráfico sea muy denso en la carretera de acceso a Sierra Nevada durante todo el día. Una carretera de montaña sinuosa, con giros cerrados y a veces ciegos, y en la que este sábado se ha circulado con normalidad, aunque a muy poca velocidad debido a que la gran cantidad de vehículos que, gracias al buen tiempo y a la buena noticia de la reapertura de la vía, se han animado a subir a la estación y a las zonas habituales de visita del Parque Nacional.

Imagen del tráfico circulando por el tramo de la carretera en el que se produjo la caída de rocas

La Junta de Andalucía ya anunció que, tras el fin de semana, a las 8:00 horas del lunes 6 de febrero, la carretera volverá a ser cortada. Aún hay que trabajar sobre el terreno para desmontar la roca que quedó suspendida en forma de voladizo sobre la carretera y el restaurante La Higuera. En la zona habrá cortes intermitentes de acceso para vehículos y transporte de mercancías, para lo cual se pondrán nuevas ventanas para el tránsito en ambos sentidos por la A-395. Seguirán habilitadas las alternativas de ascenso y descenso a la estación con vehículos ligeros por las rutas establecidas: subida por El Purche y bajada por Hazallanas.

Las distintas administraciones implicadas, Junta de Andalucía, Subdelegación del Gobierno, Dirección General de Tráfico, Guardia Civil, Protección Civil, Cetursa, y los Ayuntamientos de Monachil, Güejar Sierra, y Pinos Genil se siguen coordinando para reestablecer cuanto antes la normalidad en la zona, por lo que “es fundamental la coordinación entre todos los agentes implicados, un trabajo en equipo resulta esencial para concluir esta actuación, primando la seguridad ante todo”, destacaban este viernes.

Desde la Junta de Andalucía han recordado que las ventanas de paso de vehículos son de lunes a jueves hasta las 8:00 horas, en franjas de 10:00 a 11:00 y de 14:00 a 15:00 horas. A partir de las 17:30 horas se abrirá hasta el día siguiente a las 8:00 horas. Por tanto, el lunes a las 8:00 horas se cortará de nuevo y se accederá hasta Sierra Nevada con vehículos ligeros por las rutas alternativas.

Día perfecto para esquiar y visitar la montaña

La estación tenía prevista, entre el viernes y el domingo, una ocupación del 82%, y estos cálculos no han fallado. Más de 10.000 esquiadores se han acercado hasta las instalaciones para practicar deporte invernal de Sierra Nevada, según han confirmado fuentes de Cetursa a este periódico. A estas personas, que llenan las zonas esquiables de Borreguiles, El Rio, Loma Dílar y la Laguna, hay que sumarles todos los visitantes que han acudido a pasear por la urbanización de Pradollano, disfrutar de las actividades de la zona de Mirlo Blanco, o a vivir el ambiente invernal en la zona.

Los estacionamientos habilitados para esquiadores se han llenado, y los autobuses subían hasta Pradollano cargados de gente. Durante esta semana, fuentes de la gestión del complejo matizaban que, debido al derrumbe de las rocas en la carretera no se están produciendo cancelaciones como tal, sino que los clientes estaban pidiendo cambios de fechas en sus reservas, mayoritariamente grupos y 'semanas blancas'. Pese a ello, las noticias de la reapertura de los accesos frenaban esos cambios y no modificaban los calendarios de quienes este sábado llegaban a la montaña.

Esquiadores y snowboarders saludan desde un telesilla

Un total de 70 kilómetros esquiables y un desnivel deslizables de 1.200 metros es lo que se han encontrado quienes se han enfundado sus esquís y tablas de snowboard tras subir a los dos telecabinas y a los remontes en funcionamiento y que, como es habitual cada día de apertura de la estación, registraban colas desde primera hora. Esta superficie esquiable es la más alta de esta temporada, gracias a la consolidación de recorridos que estaban inéditos y la apertura de pistas negras de alta demanda como la Fuente del Tesoro.

Durante esta semana, la estación andaluza ha trabajado gracias a los cañones de innivación artificial para consolidar recorridos que estaban inéditos como la pista El Águila, una de las de mayor longitud de toda España y un clásico de Sierra Nevada, y que este sábado ya han podido utilizar los usuarios. También se ha abierto Fuente del Tesoro, una pista negra muy demandada por los esquiadores expertos, lo que permite a Sierra Nevada ofrecer pistas en todas las zonas y tener ya operativos todos los grandes recorridos.

Los usuarios de la estación han contado este sábado con 20 remontes activos y espesores de hasta un metro de nieve polvo y dura. Además, por segundo sábado consecutivo la estación ofrecía esquí nocturno, de 19:00 a 21:30 horas en la pista El Río, una actividad muy especial y altamente demandada por quienes se alojan en Pradollano durante el fin de semana.

Temperaturas de cuatro grados en Pradollano y -1 en Borreguiles, un sol radiante sin ni una nube en el horizonte, y la ausencia de viento han redondeado este sábado en las montañas de Sierra Nevada. Una zona que hace unos días vivía con tensión el deslizamiento de rocas que ponía el corazón en un puño a toda la población y que, tras confirmarse el milagro, ha obligado a trabajar a contrarreloj y a destajo, con turnos de 24 horas sin descanso, a técnicos y obreros que han conseguido que la normalidad haya vuelto, al menos de forma temporal, a la A-395 y a Sierra Nevada.