Ecologistas denuncia que la reforma de la carretera de Sierra Nevada no necesita autorización medioambiental

Alude a una resolución de la Delegación de Medio Ambiente que no se atiene a la Ley de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental

La nueva carretera de Sierra Nevada: dos años de obras para dos parkings, dos rotondas y evitar desprendimientos

Recreación de los arreglos de la carretera de Sierra Nevada
Recreación de los arreglos de la carretera de Sierra Nevada / G. H.

La ONG Ecologistas en Acción ha denunciado "la falta de control ambiental" para el proyecto de modificación y mejora de la carretera A-395, la vía de acceso a la estación de Sierra Nevada, ya que la Delegación Provincial de Medio Ambiente ha considerado como "no sustancial" una obra que colinda con los límites del espacio protegido del Parque Natural, y que por ello "no es importante como para ser sometida a Autorización Ambiental Unificada", según los conservacionistas tras revisar una resolución emanada por el ente andaluz.

La obra será la más importante que sufra la carretera de Sierra Nevada desde la construcción del nuevo acceso desde la Ronda Sur para los Mundiales de esquí de 1995. El objetivo es, con una inversión de 22,5 millones de euros, asegurar y afianzar la carretera que ahora está en uso, con una mejora en su seguridad con un nuevo asfaltado, rotondas de distribución, y sobre todo la estabilización de laderas, que han obligado en los últimos años a realizar cortes importantes en la vía, y que han dado un buen susto alguna vez a las personas que por ella circulan. Para ello harán falta dos años de obras. La licitación estaba previsto que se iniciara durante este mes de junio.

Para Ecologistas en Acción, la decisión de la Delegación "es difícil de entender esto ya que según la Ley GICA (Ley de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental) todas las modificaciones de carreteras deben obtener la Autorización Ambiental Unificada, como se ve en el listado" que otorga la Junta de Andalucía. "Pretender que obras dentro de la Red Natura 2000, a lo largo de más 15 kilómetros, con trabajos en el firme y cientos de metros de modificación de taludes con refuerzos y escolleras y dos aparcamientos con más de 6.200 metros cuadrados de ocupación de suelo (más otros 9.600 fuera de Parque) no tiene impacto, debería justificarse", reclaman desde Ecologistas en Acción, que recuerda que "las obras se desarrollan en los términos municipales de Güéjar Sierra y Monachil, y hay una importante pérdida de suelo rural, principalmente por los aparcamientos previstos".

Además, Ecologistas señala a que "hay una serie de Hábitats de Interés Comunitario que se van a ver afectados por las obras, tal y como se recoge en un anexo del proyecto sobre Integración Ambiental". Por ello, lamenta que "se ha tomado la costumbre de no someter a exposición pública las actuaciones que se realizan en esta carretera, como las de 2023 y 2024 por sendos desprendimientos en la zona de la Higuera y de las Víboras, que si bien se puede entender dada la urgencia de solucionar los destrozos, no ocurre lo mismo con este proyecto, valorado en más de 22 millones de euros donde se añaden a las obras de arreglo de la carretera unos aparcamientos sin sentido".

La actuación que pretende la Junta en Sierra Nevada comprende desde los kilómetros 15,6, en la zona de la Cañada del Almiar, antes de La Higuera, al 33,6, en concreto hasta el Collado de las Sabinas. La obra está dividida en seis. El primero se centra en el acceso a la estación de esquí, con la que se coordinarán las actuaciones para interferir "lo mínimo" sobre todo durante la temporada invernal. De un lado, la primera rotonda de acceso antes del desvío hacia la carretera del CAR, que incluyen la estabilización de taludes en seis puntos de la carretera, incluido también el vial entre la primera rotonda y la del aparcamiento de Pradollano. También se reforzarán muros, se asfaltarán 17 kilómetros, se construirán dos aparcamientos nuevos, se ampliarán otros dos, y se consutrirán tres miradores.

Ante ello, la organización denuncia que "habilitar zonas para aparcar unos pocos días al año (solo cuando no caben más coches en la estación de esquí) algunos a casi 20 kilómetros de distancia, para poner unas lanzaderas que metan a los visitantes en la estación cuando ya está a tope, dice muy poco de la empresa que apunta entre sus objetivos del plan estratégico la huella de carbono cero y su compromiso con el cambio climático". "Gastar casi dos millones de euros en esos aparcamientos fantasmas, que no solucionan ningún problema, más bien crean otros nuevos, demuestra que los accesos racionales y sostenibles a la Sierra es lo último en lo que piensan los gestores", reclaman.

Como alternativa, Ecologistas propone que esas lanzaderas se cambiaran por servicio de autobuses que, "partiendo de Granada con intervalos de muy pocos minutos, llevara a los visitantes directamente evitando las colas y aglomeraciones que causan los miles de coches privados que suben los fines de semana". Sin embargo, los propios Ecologistas señalan que este extremo no se llevaría a cabo porque "supondría tumbar el negocio de los aparcamientos por el que se lleva años apostando la empresa que gestiona la estación de esquí".

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