Sierra Nevada cancela el proyecto de 'cultivo de nieve' por motivos medioambientales

Cetursa desiste a la construcción de neveros que permitían guardarla de una temporada para la siguiente

En el documento de resolución contractual alude a la “imposibilidad de ejecutar la prestación” pactada

'Snow farming' o nieve cultivada: La idea de Cetursa para garantizar el inicio de temporada en Sierra Nevada

La técnica descartada permitía favorecer el inicio de las temporadas de esquí cuando hay ausencia de precipitaciones.
La técnica descartada permitía favorecer el inicio de las temporadas de esquí cuando hay ausencia de precipitaciones. / G. H.
P. Q.

14 de agosto 2025 - 06:06

Cetursa ha decidido dar carpetazo a la idea de almacenar nieve de una temporada a otra a través de la técnica conocida como nieve cultivada, snow farming en inglés. La empresa que gestiona la estación invernal de Sierra Nevada ha optado por descartar la instalación de neveros artificiales se ofrecían, tal como se dijo en su momento, un “sistema de almacenamiento eficiente, eficaz y ecológico, manteniendo los ciclos hidrológicos”.

“Imposibilidad de ejecutar la prestación en los términos pactados”. Con estas palabras se da por resuelto el contrato, según consta en el documento de la Plataforma de Contratación de la Junta de Andalucía con fecha del pasado lunes, 11 de agosto. En otras palabras, según Cetursa, “no se dan las condiciones técnicas ni medioambientales para su ejecución”.

La cancelación del contrato que, con un presupuesto de 120.000 euros (145.200 con IVA), se adjudicó en junio de 2023 y que contemplaba el plazo de una año para su ejecución supone por tanto que Cetursa desiste de forma definitiva de aportar por la nieve cultivada, una técnica que se ha usado en otras estaciones importantes de esquí y que estaba encaminada a asegurar nieve para las temporada ‘malas’ por ausencia de precipitaciones. Según se explicaba hace dos años, la técnica estaba muy extendida en las estaciones de esquí más punteras de los Alpes y Escandinavia –en España la pionera fue Candanchú, donde en 2018 la nieve se preservó nieve del calor enterrada en paja– y que esta medida garantizaría una base “mínima” para acondicionar las pistas más importantes en cada comienzo de temporada.

Concretamente, el objeto del contrato, tal como se recoge en el mencionado documento de resolución, era “el diseño, transporte, suministro, montaje y mantenimiento de un sistema que permita almacenar nieve de una temporada de invierno a otra” con el objetivo de “poder utilizarla a principio de la temporada siguiente”.

Imagen de la zona de Borreguiles, en la estación de esquí de Sierra Nevada.
Imagen de la zona de Borreguiles, en la estación de esquí de Sierra Nevada. / G. H.

Los depósitos a construir debían conservar por esta técnica unos 15.000 metros cúbicos aproximadamente de nieve, y debían instalarse siempre dentro de la zona del dominio esquiable, en un lugar que, se señalaba en el pliego de condiciones, debería ser elegido por Cetursa y por la empresa adjudicataria.

Polémica

Al poco tiempo de conocerse que Cetursa había sacado la licitación de las obras de almacenamiento de nieve se levantó la polémica con grupos ecologistas. De hecho, pocos días después la asociación Ecologistas en Acción denunció que la licitación se hizo sin “sin haber obtenido las autorizaciones reglamentarias”, ni haber informado al Consejo de Participación del Espacio Natural de Sierra Nevada. Es decir, sin tener en cuenta el organismo que decide las actuaciones que se realizan en el enclave.

Por entonces, los ecologistas denunciaban que se trataba de una nueva captura de agua para el “beneficio particular”, que dañaba al medio ambiente y a la economía de los agricultores que dependen de las aguas del río Monachil para sus cultivos. Además, hacían hincapié en que el lugar donde se decidiera colocar el depósito artificial ocuparía más de mil metros cuadrados de suelo, que, de acuerdo a la idea del proyecto, tendría que situarse en una zona protegida del sol y los vientos, en lugares de mayor biodiversidad del Espacio Natural, lo que afectaría a especies protegidas o endémicas que “desaparecerían para siempre”. E insistía en que no se mencionaba que, para acumular la nieve y luego repartir la que quede, se necesitaría maquinaria circulando, a pesar de que Cetursa “no para de vender” su apuesta por la reducción de emisiones de carbono y la sostenibilidad.

Quizá, para evitar esta polémica con el ‘delicado’ tema medioambiental de fondo que surgió hace dos años sea la referencia que se hace en el documento de resolución contractual a que “no se dan las condiciones medioambientales”.

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