El actor sevillano continúa una temporada más en su entrañable papel de Luisma, al que, a partir de hoy, se podrá volver a ver en los nuevos episodios de Aída. Paco León, que ha debutado como director recientemente con Carmina o revienta, se muestra entusiasmado con el éxito del proyecto y adelanta algunas tramas de la nueva temporada de la serie.

-¿Qué nuevas historias protagonizará Luisma?

-El regreso de Paz. Eso puede crear un triángulo amoroso entre Luisma, Ainhoa y Paz muy interesante. No sabemos cómo reaccionarán los personajes y qué historias se darán, pero es un triángulo que puede dar mucho juego.

-En los últimos capítulos se pudo ver a un Luisma de nuevo enamorado e ilusionado, ¿ha olvidado ya a Paz?

-Parece que se ha dado cuenta a base de palos que Paz no es para él. Ya ha visto que es una mujer casada, y que la historia que pudieran tener ya no tiene sentido. Ahora está muy ilusionado con Ainhoa.

-Todos los personajes han ido evolucionando, ¿qué cambios son visibles en Luisma?

-Cuando empezó era un ex yonki. Ha pasado por el amor, ha vivido en pareja, ha sido medio padre de Luisito con la Macu, se convirtió en funcionario, ha creado su propia empresa de limpieza. Son importantes cambios que ha sufrido el personaje y es bonito ver cómo crece.

-La serie ha ido perdiendo importantes personajes por el camino, incluso a la propia Aída, y consigue mantener altos niveles de audiencias. ¿Cuál cree que es la fórmula de su éxito?

-La unión de muchos factores. Detrás de Aída hay un grupo de guionistas que son unos genios y consiguen mezclar ese humor atrevido o picaresco con historias que a cualquiera le puede pasar.

-¿Qué ha aportado Aída a su carrera?

-Con Aída he podido interpretar a Luisma, que puede ser el personaje más importante de mi carrera. Son ocho años haciendo de Luisma, un personaje querido por personas de todas las edades, que ha tenido un gran éxito y al que la gente le tiene mucho cariño.

-¿Qué sueños tenía de pequeño y cuáles se han cumplido?

-De pequeño soñaba con esto. Soñaba con actuar, con vivir de mi trabajo como actor.

-¿Qué sueños le quedan por cumplir?

-Ahora sueño con morir de viejecito haciendo lo que hago, y espero que también se cumpla (risas).

-¿Qué podría decir del éxito de Carmina o revienta?

-Estoy impresionado. Está siendo gratificante y sorprendente ver que a tantísima gente le gusta lo que haces, y que sean tantos los que se hayan parado a ver tu película. Es impresionante.

-¿Cómo surgió este proyecto?

-Es algo que tenía en la cabeza desde hace tiempo, con aquellas historias que me contaba mi madre. Un día me puse a escribirlo y surgió. La idea era hacer algo bueno, que necesitara poco presupuesto, con una parte documental y que gustara. Además, se trataba de que llegara a la gente, que pudieran verla, y que pudieran hacerlo de forma económica.

-¿Ha tenido mucho que ver la forma de distribución con el éxito?

-En parte si y en parte no. Está claro que el hecho de que sea fácil y barata poder ver la película hace que llegue a más gente. Pero si la película es mala, el boca a boca hace que la gente no la vea.

-¿Cómo ha sido trabajar con la familia?

-Muy bien. Me apetecía hacer el proyecto con mi madre y con mi hermana porque, en realidad, si contaba la historia de mi madre sin mi madre, no sería lo mismo. Con la familia no te andas con medias tintas a la hora de decir lo que quieres. En algunas ocasiones basta con una mirada.

-¿Cree que son tiempos difíciles para la cultura?

-Son los peores. La cultura es el sector que peor parado ha salido. La subida del IVA y los recortes en subvenciones públicas dificultan el trabajo y la calidad del producto. Pero confiemos en que se reinventen nuevas formas que puedan combatir estos tiempos.