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La leyenda de las tres princesas, desde dentro

  • La Alhambra abre durante el mes de octubre la Torre de las Infantas

  • Podrá visitarse martes, miércoles, jueves y domingos

La torre es el último edificio de importancia que se construyó en la ciudad palatina, entre 1393 y 1394.

La torre es el último edificio de importancia que se construyó en la ciudad palatina, entre 1393 y 1394. / g. h.

Cuenta una de las leyendas, que Muhammad VII tuvo a sus hijas Zaida, Zoraida y Zorahaida encerradas en una torre de la Alhambra. Las tres se enamoraron de unos soldados cristianos y una noche, dos de ellas se escaparon por una ventana, mientras que Zorahaida, al pensar en cómo se sentiría su padre cuando viese que sus hijas no estaban, decidió quedarse. Al descubrir la huida, el rey encerró a Zorahaida y no le permitió salir nunca más.

Esta leyenda, recogida en los Cuentos de la Alhambra de Washington Irving, tiene como escenario la conocida Torre de las Infantas del monumento nazarí, un enclave exclusivo que durante el mes de octubre podrá visitarse los martes, miércoles, jueves y domingos, con la entrada General y Jardines.

Podrán acceder a ella los visitantes que tengan la entrada 'General y Jardines'

Situada en la zona existente entre el Partal y el extremo oriental de la muralla, en el paseo ajardinado y con restos arqueológicos que conduce al Generalife, es una de las torres más emblemáticas del conjunto monumental y, además de defensiva, también fue residencia.

En su interior se encuentra uno de los espacios más delicados de toda la arquitectura nazarí, en el que sorprende el contraste entre la sobriedad exterior y la riqueza arquitectónica y decorativa interior por medio de alicatados, yeserías y cubiertas.

La Torre de las Infantas presenta una estructura arquitectónica semejante a la de su vecina, la Cautiva, y, al igual que aquella, puede considerarse como una torre-palacio. Fue construida durante el reinado del sultán Muhammad VII (1392-1408) y es el último edificio de importancia que se construyó en la ciudad palatina, entre 1393-1394.

El acceso a la Torre de las Infantas es en recodo y destaca la bóveda de la entrada, con grandes mocárabes que conservan restos de su pintura original. El interior de la torre se distribuye alrededor de un patio, centrado por "una fuente poligonal de mármol, que reparte en su entorno las estancias principales, tres núcleos de alcobas con ventanas al exterior". La más destacada se sitúa al fondo y cuenta con los habituales alhamíes en sus lados menores. Todas las puertas del patio tienen en sus umbrales las tradicionales 'taqas'.

El techo estaba cubierto originalmente con una bóveda de mocárabes, que fue sustituida en el siglo pasado por la actual armadura de madera.

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