Corpus Christi Granada 2021: el Sacramento del Altar llenó la Catedral
Corpus Christi Granada
La seo de Granada tuvo que cerrar sus puertas cuando completó su aforo y no se pudo permitir la entrada a los cientos de personas que tuvieron que quedarse fuera, guardando una extensa cola, esperando ver la Custodia
Photographerssports/A las 10:00 am, muy puntual, después de la entrada de autoridades civiles y militares, el cortejo catedralicio avanzaba desde la sacristía de la Santa Iglesia Catedral hasta su capilla central, hoy presidida por la primera patrona de la ciudad de Granada, la Virgen de la Antigua, como es tradición por la vinculación de esta imagen y de la festividad del Corpus a Isabel la Católica. Al frente, una nave central totalmente llena de fieles que esperaban la misa del Jueves de Corpus, por parte del arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez. La catedral de Granada completó el aforo permitido por las medidas de la prevención de la Covid-19, en una congregación que fue bastante parecida la del año pasado.
Las ganas de poder contemplar la Custodia hacer su amago de precesión en el interior de la Catedral, con más tintes de Viacrucis que de otra cosa, llevó a cientos de fieles hasta la misma, con la poca fortuna de que su aforo se completó a una hora bastante temprana. El resultado: colas abundantes que transcurrían desde la Plaza de las Pasiegas hasta el Pie de la Torre, girando incluso por la Cárcel Baja.
Con el Santísimo en el altar, la misa tuvo una duración de algo más de una hora y 15 minutos, donde destacó el sermón del arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez. Durante más de 15 minutos, el ministro religioso orientó su verbo al amor, “al amor infinito de Jesucristo que es el que se celebra en la Semana Santa; en el Corpus celebramos las palabras de amor de Dios y las palabras de ‘Yo estoy con vosotros’”.
Francisco Javier Martínez, concluyó su sermón invitando a los allí presentes a celebrar “el Corpus pidiendo al Señor que abra nuestros corazones a ese amor que es capaz de abrir nuestro corazón a la alegría y a la esperanza”.
Tras la comunión, el cuerpo de costaleros del Corpus, con su capataz Pepe Carvajal a la cabeza, tomaron las andas de plata sobre las que reposaba la custodia, a la que se le incorporó el Santísimo antes de realizar su procesionar por la catedral, a la que le dio una vuelta alrededor de la nave central bajo los aplausos de los fieles y las voces de “viva el Sacramento del Altar, viva el Corpus Christi”.
No sonó el típico rachear de zapatillas costalero, más propio de Semana Santa y de procesiones de parihuelas, pero sí que hubo relevos de los que hoy cambiaron el costal blanco por la sobriedad del traje negro, todos deseosos de portar la Sagrada Forma.
Acabó el acto religioso con un “podéis ir en paz” que se hizo tras una profusa petalada sobre el altar mayor y en presencia de nuevo del Santísimo, tras casi dos horas desde que se comenzara la jornada en la Catedral. El Corpus volvió caminar portado en la Custodia en una procesión claustral y, aunque muchos fieles tuvieron que quedarse en la Plaza de las Pasiegas, otros tantos renovaron su fe, bien en vivo, bien a través de la retransmisión en directo de la televisión pública municipal, en un día que volvió a lucir más que el sol: el día del Corpus Christi.
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