La semana de Corpus sigue como empezó: cientos de granadinos deciden desplazarse hasta el recinto ferial en busca de un buen almuerzo y ya aprovechar para tener una tarde de flamenco y baile entre cerveza, tinto de verano y rebujitos.

Ya desde las 14:00 las casetas han empezado a llenarse comensales. Atraídos por el olor de los espetos que se estaban asando en las ascuas que habían encendido a la vista de aquellos que pasaran cerca de la Caseta Casa de Motril. “Parece que estuviésemos en la playa” comenta una chica vestida de flamenca a su acompañante.

Y es que el calor ha hecho acto de presencia durante las primeras horas de la tarde, haciendo que muchos buscasen refugio a la sombra de la caseta y con un refrigerio bien fresquito. Igualmente el ambiente este año está siendo muy bueno gracias a la afluencia de gente, que no para de llegar al ferial con el paso de las horas.

En otras casetas también han aprovechado el mediodía para cocinar algún plato típico de la cocina granadina. Carnes a la brasa y patatas a lo pobre con huevos fritos se podía degustar en la caseta de UGT.

En La Cachucha, caseta de veterana del ferial, realizaban unas vistosas migas que poco a poco atraían al hambriento gracias al aroma que desprendía al pasar cerca. En la caseta La Lola, aunque la magia sucedía en la cocina fuera de las miradas del público, una paella esperaba a aquel que quisiera un ambiente más festivo incluso en la comida.

Y ya, a partir de las 17:00, cuando el sol ha empezado a esconderse tras una nube que aliviaba momentáneamente el calor, las jarras de rebujitos han empezado a salir y con ello la gente ya ha empezado a animarse con los primeros bailes. También gracias a las actuaciones de diversos grupos que versionaban canciones de todos los géneros pero siempre con un aire de flamenco, que es lo que toca en la feria.