175 aniversario del IES Padre Suárez

El Padre Suárez como un pilar de la civilización occidental

  • El histórico instituto granadino descubre un busto con la imagen del jesuita que da nombre al centro

Momento en el que el autor Eduardo González descubre la escultura del Padre Suárez

Momento en el que el autor Eduardo González descubre la escultura del Padre Suárez / G. H.

El Padre Suárez continúa con los actos de su 175 aniversario que están poniendo de manifiesto la importancia de este centro educativo en el corazón de la ciudad. En la tarde de ayer se descubrió el busto de la persona que porta el nombre y el apellido del ilustre edificio por cuyas paredes han pasado tantísimos estudiantes granadinos.

El autor de la escultura, Eduardo González, fue el encargado de quitar la manta para mostrar la imagen actualizada del Padre Suárez en un acto que contó con la presencia de la directora del histórico instituto, María Ruiz, y el vicedirector, Hermógenes Ruiz.

El autor de la pieza, creada con la técnica de molde de perdido con cemento y marmolino, señaló que su objetivo ha sido el de rescatar los pilares de la civilización occidental mientras que con los pergaminos de la base ha querido recordar la labor como escritor y divulgador del jesuita Padre Suárez.

Tras descubrirse la imagen, se celebró la conferencia Granada en tiempos del Padre Suárez. De capital a ciudad sin rey a cargo de Francisco Sánchez-Montes, catedrático de Historia Moderna de la UGR. En la charla se recalcó la importancia de Granada como ciudad fuertemente vinculada al poder con los Reyes Católicos y como capital del proyecto imperial de Carlos V.

Francisco Suárez vive este período de esplendor hasta que decide emigrar a Portugal. Paralelamente a su despedida, la ciudad inicia un declive provocado por la expulsión de los moriscos, el fracaso en el modelo repoblador, los excesos tributarios de la corona para financiar sus guerras y una mortífera epidemia de peste atlántica.

Todas estas desgracias se traducen en el olvido y abandono de los reyes hacia una ciudad que pudo convertirse en capital imperial en 1526 y que un siglo después luchaba por no quedar sepultada tras la bruma de la historia. A partir del siglo XVII empieza una reconstrucción que transformó profundamente la sociedad granadina.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios