Financiación de Sanidad de tratamientos para dejar de fumar

2020, el año clave y barato para dejar de fumar

  • A partir del pasado 1 de enero la Seguridad Social subvenciona el tratamiento con Champix contra el tabaquismo

  • El ahorro para el paciente es de 300 euros, precio anterior del tratamiento

  • El pasado año, 3.500 granadinos intentaron acabar con esta adicción

2020, el año clave y barato para dejar de fumar

2020, el año clave y barato para dejar de fumar / carlos gil

Dejar de fumar no es solamente una cuestión de salud, también atañe al bolsillo. Para una persona que consuma un paquete de cigarrillos al día, dejar de fumar supondrá un ahorro de entorno a 1.680 euros, según la marca de tabaco. Hasta el pasado día 1 de enero, muchos se pensarían dos veces si comenzar el tratamiento médico para dejar de fumar que tenía un precio de unos 300 euros. El medicamento se llama Champix y desde hace dos días está subvencionado por el Estado.

De este modo la Seguridad Social ya incluye en su lista de fármacos financiados la vareniclina, compuesto cuya marca de referencia es Champix. Hasta ahora, los pacientes pese a tener que obtener la receta de este medicamento por parte de su médico de cabecera y especialista en tabaquismo, tenían que pagar más de 300 euros para conseguir acabar con su adicción y en Granada, lo intentaron el año pasado 3.500 personas, según los datos de la Delegación de Salud.

A nivel anual significa que unos 4.200 granadinos intentan dejar de fumar por la vía sanitaria, eso no incluye por supuesto quienes no han podido o querido desembolsar esa inversión previa de más de 300 euros.

Aunque Champix no es el único de los fármacos que existen para dejar el tabaquismo y lo mejor sería que fueran gratuitos todos los tratamientos, éste sí es de los más eficaces.

Existen tres tratamientos para dejar a un lado el tabaco que seguirán siendo de pago aunque los recete e indique el médico. Se trata de las terapias sustitutivas con nicotina en sus diversas modalidades, un fármaco antidepresivo pero que se comercializa para el tabaquismo y el tercer medicamento y más moderno es la vareniclina, el compuesto comercializado bajo la marca Champix.

La acción cerebral de este medicamento es lo que lo hace ‘el campeón’ de las terapias para dejar de fumar. Champix actúa en los receptores nicotínicos del cerebro como un agonista parcial, lo que quiere decir que corrige el síndrome de abstinencia y por otro lado evita la aparición de mecanismos de recompensa si el paciente cae en la tentación de fumar. Además, tiene pocas contradicciones y por lo general se tolera con mucha facilidad.

En este caso, los pacientes tan solo tienen una oportunidad al año para dejar el tabaco tomando este medicamento subvencionado. Esta medida viene dada por el concienzudo estudio previo del adicto que tiene que realizarse por parte del médico de cabecera o el del centro hospitalario porque el paciente ha de reunir una serie de requisitos para sumarse a la terapia.

El paciente idóneo tendrá que ser una persona con una alta dependencia al tabaco con muchos años como consumidor y también las personas con alguna patología cardíaca o pulmonar.

Tras el tomar el tratamiento tener revisiones con el médico será fundamental ya que el fumador necesita un seguimiento muy estrecho por la posibilidad de una recaída durante las primeras semanas, momento en el que aumentan sobremanera las posibilidades de recaída.

Aunque este medicamento esté subvencionado no quiere decir que todo el mundo deba seguir esta terapia. Existen multitud de tipos de fumadores: como el joven que tiene un consumo social de tres o cuatro cigarrillos en fin de semana. En ese punto no merecería la pena poner un tratamiento farmacológico y este paciente podría seguir una terapia sustitutiva con nicotina.

Acabar con el tabaquismo no solo ahorrará millones de euros a la sanidad en tratamiento de enfermedades crónicas causadas por el tabaquismo, también supondrá un ahorro a largo plazo para los pacientes, ya que aunque no estuviera subvencionado, este tratamiento cuesta lo mismo que fumar.

Aunque esta sentencia es algo difícil de aceptar para los fumadores, para tomar el tratamiento tenían que hacer un desembolso más global y comprar un paquete o dos de cigarrillos al día supone 5 o 10 euros diarios. Finalmente el coste es el mismo.

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