Los 8 bares de tapas “clásicos” de Granada que tienes que conocer para saborear el otoño

La Guía Repsol hace una selección de las barras más icónicas de la ciudad donde mejor se tapea ¿Los conoces todos?

Los 15 restaurantes, tabernas y bares de Granada "de moda y para comer muy bien"

Bodegas Castañeda, un clásico entre los clásicos.
Bodegas Castañeda, un clásico entre los clásicos.

¿Cuál es la calle en la que todo granadino piensa e, inmediatamente, su mente recuerda el olor de una plancha o el de una tapa con sabor a infancia? ¿Cuáles son esos bares que sabe que jamás defraudan o aquellos donde siempre se vuelve en una fresquita tarde noche de otoño? Existen, efectivamente, una serie de barras que desmienten la frase de Sabina que dice que "al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver", porque es ahí, tras el vano de su puerta, donde se encuentra el refugio de lo conocido. Los lugares clásicos que no cambian ni sorprenden.

Granada es una de las ciudades con mayor número de establecimientos hosteleros aunque, solo unos cuantos, se merecen el reconocimiento de ser los grandes iconos de la tapa de la ciudas. La mayoría de granadinos saben cuáles son y muchos estarán de acuerdo con la selección que ha hecho la Guía Repsol en la que rescatan y recomiendan los "clásicos".

"No hay lugar igual para esta reconfortante práctica de saltar de barra en barra, alegrando las cañas y el vino con estos bocados espontáneos", indican antes de comenzar con sus recomendaciones.

Desde el Centro al Albaicín

La Guía gastronómica comienza señalando a La Esquinita de Javi (Plaza Mariana Pineda 1), un lugar imprescindible si se quiere comer 'pescaíto' frito del que, dicen, hacen con "un proceso de fritura que lo hace muy suave y nada grasiento", aunque cuentan con otras tapas que nunca defraudan.

Aparece a continuación Las Bodegas Castañeda (Almireceros, 1-3), un coloso de la hostelería típica granadina del que, reseñan, tiene "aires de taberna antigua, de las de toda la vida, un toque taurino y hasta algún cuadro de Lola Flores". Recuerdan sus tapas tradicionales y "también algún platillo caliente con el guiso del día" y, por supuesto, su brebaje estrella: el 'calicasas'.

Desde pleno centro de Granada hasta el corazón de su barrio histórico: el Albaicín. En la plaza Aliatar se levanta desde hace décadas el bar Los Caracoles, donde su especialidad está en su mismo nombre. "Este típico bar con una agradable terraza lleva ofreciendo caracoles toda la vida, con un caldo picantito a base de almendras y guindillas. Una delicia que se ha creado merecida fama y que obliga a granadinos y foráneos a peregrinar en su busca".

Sin salir del barrio aparece el Estrellas de San Nicolás (Callejón Atarazana Vieja, 1) un establecimiento que puede presumir de tener una de las mejores vistas de la Alhambra. Sobre él recuerdan que "es, más bien, un restaurante donde comer sentado con el extra de una de las mejores vistas de la ciudad".

Dando un paseo tras contemplar las vistas, la Guía Repsol recomienda parar en la Calle Pagés, una arteria clave del Albaicín, para visitar a la familia a cargo de Los Mascarones, con unas "tapas que no desmerecen, como migas con sardinas, patatas revueltas con huevos, rabo de toro, caracoles…".

Parada en el Realejo

No se puede hablar de bares clásicos de Granada sin pasear por las calles del Realejo, otro punto del centro histórico famoso por sus bares de tapeo. La primera parada encuentra Los Altramuces, en el Campo del Príncipe, del que dicen con acierto que "se sirven tapas gigantescas de carne en salsa con patatas, berenjenas fritas con miel o croquetas acompañadas de ensaladilla rusa y, cómo no, los altramuces que dan nombre al bar".

De la plaza más emblemática del barrio hasta una pequeña calle que cada vez concentra más establecimientos. La Placeta del Agua guarda desde hace años una de las tabernas más bonitas donde mejor se come de toda la ciudad: La Tana. Reconocida en varias ocasiones, sobre todo por su vino, "las tapas son de calidad (tomate aliñado con salchichón, guacamole con salchicha, sardinas con salmorejo, queso con uva, paté con miel de caña y fresa, morcilla con piñones...) y, sobre todo, porque gozan de una estupenda selección de vinos con más de 400 referencias e incluso cuentan con la 'sugerencia del mes".

No muy lejos, en la Calle Navas (aunque justo al lado de La Tana está una de sus 'sucursales'), recuerdan un bar auténtico de toda la vida: Los Diamantes. "Sus tapas, especializadas en pescaíto frito son tan sabrosas como contundentes. Gambas fritas, pijotas, almejas, cazón en adobo, mejillones… Todo fresquísimo y delicioso", reseña la Guía.

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