Ni la Catedral ni la Alhambra, la "olvidada joya arquitectónica" de Granada que hay que visitar según Arquitectura y Diseño
La revista especializada sostiene que es "uno de los rincones más bellos" de la ciudad
Los secretos del Carmen Blanco: Las intrigantes galerías bajo el palacio sueño de un artista

Es, efectivamente, uno de los tesoros más interesantes y llenos de belleza y arte de toda Granada. Dominando el terreno a las faldas de la Alhambra, en la colina del mauror, se alzan unas torres blancas que destacan sobre sus compañeros de paisaje.
Pese a ser uno de los edificios contemporáneos más importantes de España, no es el monumento más conocido de Granada. Tal como apuntan desde la revista especializada Arquitectura y Diseño, es "uno de los rincones más bellos" de la ciudad, una "olvidada joya arquitectónica" perfecta para visitar en esta época, afirman.
Desde luego es uno de los lugares más especiales de la ciudad y, de hecho, su singularidad lo convirtió en monumento nacional en 1982 para más tarde, ser declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía. Hablamos del Carmen de Rodríguez-Acosta, también conocido como el Carmen Blanco de Granada.
Único en su especie, es un imponente edificio blanco colmado de obras de arte tanto en su interior como en sus impresionantes jardines aterrazados.
Un edificio centenario
La historia de este lugar comienza con la idea de un artista granadino, el pintor José María Rodríguez-Acosta, procedente de una acaudalada familia de banqueros de la tierra. "Es un edificio ya centenario, que se empezó a construir en 1916 en un solar cercano a Torres Bermejas, en la colina del Mauror", indica la Fundación Rodríguez-Acosta.
Su creador tardó "casi 15 años en terminarlo con el fin de que fuese, únicamente su estudio de pintura" y, precisamente de este anhelo nació su carácter singular y original "al no estar estructurado en su interior como una vivienda y al estar vinculado al jardín que se va plantando y planificando antes que el propio edificio".
Su planteamiento en terrazas también dificultó su diseño y construcción lo que, por otra parte, le convertiría en un edificio tan especial: "los desniveles del terreno hacían necesario y un aterrazamiento y acondicionamiento sólido que implicaba la actuación de especialistas".
Sus jardines, un museo al aire libre
El jardín se contruyó al mismo tiempo que el edificio y con ello, comienza un "un discurso simbólico, con esculturas y fuentes" que acompañan al visitante desde que pone un pie en ellos. "En él aparece especialmente visible una de las tendencias que caracterizan a esta construcción, como es la utilización de material de acarreo", indica la Fundación en cuanto a un conjunto que irradia belleza ecléctica dada por la diversidad estilística, sobre todo en sus esculturas.
El estilo de este edificio y jardines es "inclasificable" aunque "algunos consideran cercano a la arquitectura Racionalista, pero en el que se pueden identificar otras tendencias de la época, como el Modernismo, el Ars Nouveau, etc". También hay quienes, por su cercanía a Torres Bermejas y la Alhambra "ve en él una influencia directa de las construcciones defensivas nazaríes".
Sin duda hay que hacerle caso a esta revista especializada en arquitectura que recomienda su visita. Se aconseja que se realice el tour guiado para no perder ni una solo detalle ni información de este carmen granadino único y lleno de historia del arte.
También te puede interesar