Granada es tierra de espetos, y no sólo de sardinas: descubre dónde comer los mejores de la Costa Tropical

Bendita la época de mar, arena, sol y luego, el paso por el mejor 'boxes': en el que te sirven una cerveza o refresco fríos acompañados de un espeto de sardinas. Aunque este plato playero y puramente veraniego es autóctono de Málaga, en la Costa Tropical de Granada se cultiva tanto como que casi ha cambiado el empadronamiento.

A orillas del Mediterráneo granadino abundan los chiringuitos, restaurantes y bares donde el espeto cobra categoría de arte y se le rinde culto. Lugares emblemáticos como Casa Emilio (Salobreña), La Dorada de Plata (Almuñécar) o El espeto (Motril) son la tríada del sabor a fuego de brasa que mira al mar.

Y aunque estas piezas de preciado pez azul ensartadas grácilmente en un palo y puesto, posteriormente, sobre unas cuidadas brasas, es el rey de las cartas en verano, en el litoral de Granada comparte protagonismo con otros tipos de espeto que no le envidian nada la fama.

Espeto de pulpo, dónde probarlo

Por ejemplo, el espeto de pulpo de Salobreña, típico de esta zona y que se alza orgulloso en las barcas de brasas de los chiringuitos cada verano, es una de las delicias características de la Costa Tropical. Los tres sitios característicos donde poder probarlo son el Bar Manolo, La Bahía y, cómo no, El Peñón.

No hay que olvidar que hay otros pescados que se 'espetan', como la dorada o el calamar por ejemplo, que ganan público cada vez que se prueban.

Pulpo seco y espichás

Otra ración de pulpo, esta vez en la localidad vecina de Motril. En este caso allí el plato por antonomasia es el pulpo seco, una receta centenaria de la zona que puede probarse en el bar El Paso. Donde, ya que se para en este establecimiento, se recomienda probar las espichás, boquerones curados con huevos fritos que levantan cualquier espíritu.