No es Ronda, está en Granada y la llaman "la ciudad de los tajos"
Los Tajos de Alhama tienen una profundidad superior a los 50 metros y es un pueblo famoso por su patrimonio e historia
El pueblo de Granada que 'alarga' Halloween con una fiesta de brujas única en toda la provincia
Ronda no es la única ciudad andaluza que puede presumir de ser conocida por la belleza de los cortados que la rodean. Además del precioso municipio malagueño hay un pueblo de Granada del que los turistas rurales se enamoran por su encanto natural, sus vistas y una rica historia que se remonta al mundo romano, civilización que ya quedó prendada de sus posiblidades como ciudad termal.
La plataforma España Fascinante define Alhama de Granada como un lugar "enclavado en un abrupto paisaje de cañones, lo que le ha llevado a ser conocido como la 'ciudad de los tajos'". Una reseña que completa recordando que el "conjunto de sus calles encaladas queda armoniosamente integrado en la Sierra de Tejeda y sus históricos baños siguen siendo un gran atractivo del lugar".
Los Tajos de Alhama
Los Tajos de Alhama tienen una profundidad superior a los 50 metros provocada por la hendidura en la roca de las aguas del río Alhama, que yace bajo los pies del municipio. El conjunto de cañones y cortados se formaron también por los desprendimientos de rocas provocados en varios terremotos ocurridos en el pueblo.
Además de por su patrimonio natural, es un pueblo famoso por la historia que se esconde bajo sus pies, sus aguas termales, sus fiestas, las gastronómicas y, sobre todo, las relacionadas con el vino. Alhama de Granada es uno de los puntos de la provincia que mayor luz irradia del mapa granadino ya que, además de todo lo mencionado, ofrece toda una pléyade de atractivos monumentales a visitar.
Entre ellos destacan una cárcel de 1600, una casa de la Inquisición, sus baños árabes y varias iglesias dignas de conocer como la Iglesia Mayor de Santa María de la Encarnación, que fue encargada por Isabel la Católica.
Gracias a la monumentalidad de los tajos que lo rodean, "desde antiguo destacó por su fácil defensa y por sus aguas termales, motivo por el que fue poblada desde la prehistoria. Más tarde, las principales culturas mediterráneas se sucedieron su control", indican.
La Artigi romana
Cuando era romana, la actual Alhama de Granada, era llamada Artigi y los historiadores de la época la sitúan en época de los túrdulos. Fue en su etapa musulmana cuando cogió su nombre actual, que proviene de Al-hama, cuyo significado es 'El baño'. Y es que la historia de este precioso pueblo perfecto para visitar en invierno, está íntimamente relacionada con sus aguas termales, famosas en todas las épocas y que en la actualidad están consideradas de las mejores de toda España gracias a su balneario.
Este está ubicado en las afueras del pueblo y rodeado de naturaleza que invita aún más al descanso y la relajación corporal y lo que ahora es un balneario puntero, se remonta a la primera alberca romana construida en tiempos de César Augusto (I. d.C) y a la posterior alberca almohade del siglo XII que aún se conserva en el balneario y está declarada Bien de Interés Cultural y cuyos arcos califales se alzan sobre antigua cimentación romana.
Su época dorada vino, desde luego, en el siglo XIX cuando estallara el boom de los balnearios en la época romántica europea. En este tiempo los baños de Alhama fueron visitados por personalidades, nobles y aristócratas de todo el continente. Ahí comenzó a labrarse su fama como uno de los más importantes de Andalucía y de España.
Alhama, tierra fuerte de guerras
Alhama goza de una situación geográfica que la ha hecho tierra importante en varios conflictos. Desde el de la Guerra de Granada, cuando era plaza fuerte del reino nazarí y sufrió el asedio cristiano en varias ocasiones hasta que cayera en 1482, hasta el heróico papel en la Guerra de la Independencia de los vecinos del pueblo que defendieron concienzudamente el pueblo frente a las tropas napoleónicas.
El gran terremoto
En 1884 Alhama fue devastada casi al completo por un fuerte terremoto. El seísmo destruyó gran parte de la localidad aunque, también, afloró un nuevo manantial de aguas termales. El pueblo se reconstruyó más o menos rápido gracias a la ayuda estatal venida de toda España y contando con el apoyo decidido del rey Alfonso XII.
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