La Pompeya de Hispania está en este pueblo de Granada: "una gran inundación sorprendió a los romanos durante la construcción del edificio"

Dos grandes riadas de agua y barro separadas por un milenio sepultaron el Teatro Romano de Guadix lo que ha preservado sus restos

Los datos revelan que el Teatro era tan importante como el de Itálica o Mérida por su estructura

El Teatro Romano único en Andalucía de este pueblo de Granada

El conjunto fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2015.

La casualidad quiso que en 2007, mientras se construía un parking subterráneo, la ciudad de Guadix, en Granada, descubriera un trocito más de su historia, pero no uno cualquiera: un vestigio que confirmaba que, en época romana, esta localidad era preeminente. Pero ¿por qué? Porque lo que emergió de esas obras era el frente escénico de un teatro romano colosal que guardaba muchas sorpresas. Habían sacado a la luz "un conjunto monumental de casi 6.000 metros cuadrados, un yacimiento construido en el primer cuarto del siglo I d.C. que contaba con todos los elementos de un teatro romano de relevancia", explican desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Hasta aquí, todo correcto, es historia viva desde hace casi 20 años. No osbtante, un hecho más reciente se posa sobre Guadix: el descubrimiento de que "una gran inundación sorprendió a los romanos durante la construcción del edificio y que más de un milenio más tarde, hacia el siglo XII, otra crecida catastróficalo acabó de sepultar bajo el lodo, preservando sus restos". De esta manera se hacía eco la revista National Geographic del hallazgo publicado en Global and Planetary Change.

"Una Pompeya en Hispania"

La revista de Historia y Viajes sitúa al teatro romano de Guadix como "una Pompeya en Hispania" dadas las conclusiones de los estudios que han realizado en los últimos años los arqueólogos Antonio López y Francisco Javier Brao, y los geólogos Andrés Díez, Rosa María Mateos y Daniel Vázquez, del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC).

Esto se debe a que, como se ha mencionado, el conjunto sufrió dos inundaciones que propiciaron que los restos quedaran enterrados y pudieran preservarse. Fue en 2008 cuando el equipo de arqueólogos encontraron en las excavaciones "un estrato de más de un metro de altura de sedimentos fluviales y barro en el que se documentaron cerámicas musulmanas y grandes sillares de piedra medio arrancados".

Un teatro tan importante como el de Itálica

Con las excavaciones también emergieron una serie de zonas que daban aún más prestigio al teatro, una de ellas es el porticus post scaenam, una zona de ocio ajardinada tras el escenario, algo que solo las urbes preeminentes de la antigua Roma poseían como es el caso de Mérida, Itálica, Cartagena o Córdoba, recuerda la revista.

Este descubrimiento afloró otro más, que los romanos habían comenzado a construir una terraza cinco metros más baja que el escenario. "Lo que pretendían los constructores era destinar la planta baja a los jardines y levantar una galería porticada, pero una fuerte riada truncó sus planes. Para evitar que reventase abrieron agujeros en la base de los muros para la evacuación del lodo, aunque, por desgracia, un segundo aluvión cubrió las obras hasta con dos metros de barro", incide el reportaje.

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