El pueblo de Granada que siempre 'llega tarde' al Año Nuevo con sus peculiares Campanadas

Al aire libre y frente al campanario, los visitantes se reúnen en la plaza y viven la transición de año como un instante para respirar

El pueblo de Granada que parece sacado de un cuento de Navidad: nieve de fondo, chimeneas y luces

 'Las Uvas Más Lentas de la Historia' es una tradición única que define su celebración de Nochevieja / G. H.

Hay un pueblo en Granada que siempre llega tarde a las Campanadas de Fin de Año. Cada 31 de diciembre, con orgullo, deciden hacer gala de su filosofía y tomarse las cosas con calma, incluso las uvas de la suerte de la última noche del año. En Bubión, uno de los órganos vitales de la Alpujarra granadina, jamás se atragantan con los bocados de las Campanadas porque tienen 10 segundos entre toma y toma.

El pueblo 'slow' de la Alpujarra parece sacado de un cuento navideño en estas Fiestas y complementa esa estampa idílica con la celebración 'exótica' de su Nochevieja que desde hace años le ha hecho que su fama de pueblo disfrutón se haya inflamado más aún.

Desde el propio pueblo invitan a los visitantes a unirse a ellos "para despedir el año a nuestro propio ritmo con 'Las Uvas Más Lentas de la Historia', una tradición única que define nuestra celebración de Nochevieja".

Un enfoque distinto

Este enfoque busca que la cuenta atrás no sea un sprint final, sino un trayecto consciente hacia el año nuevo, argumentan desde el Consistorio y completan diciendo que este día "los visitantes se reúnen en la plaza del pueblo, se ambientan con vistas a la naturaleza que rodea Bubión, y viven la transición de año como un instante para respirar, compartir y conectar.

Unas uvas 'lentas'

Conocido como pueblo slow por su forma de vivir en paz y sintonía con la naturaleza alejado de ruidos y prisas, Bubión celebra sus Campanadas de Año Nuevo a su manera: con tranquilidad. Despiden el año a otro ritmo, comentan, ya que "cada 31 de diciembre, nuestro Campanero marca las campanadas a mano y cada 10 segundos, invitándonos a respirar, agradecer y sentir cada instante. Porque en Bubión, el tiempo no se corre: se comparte", indican desde la localidad.

Gracias al encargado de hacer sonar las campanas del municipio, el primero de Andalucía con el certificado internacional de calidad Cittaslow, los últimos tonos del año sonarán cada 10 segundos, a diferencia de los tres de margen con los que lo suele hacer la mayoría de las campanas que anuncian la llegada del nuevo año.

Desde el campanario del pueblo

Según indica el municipio "estas campanadas tienen un componente muy tradicional: se tocan de forma manual y respetuosa, desde el campanario del pueblo, como parte de su identidad. La propuesta no es simplemente una novedad publicitaria, sino una experiencia que está estrechamente vinculada al estilo de vida de Bubión como destino slow y rural".

El resultado es una celebración donde la música del campanario, el frío del aire de La Alpujarra, el murmullo del viento y el sabor de cada uva se combinan para crear un recuerdo diferente: la última noche del año lejos de la prisa y del bullicio. Aquí, recibir el año significa comenzar con serenidad, completan desde el pueblo.

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