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El problema sigue por dentro

  • En defensa La mayor parte de los puntos que anota el Estudiantes llegan en las cercanías del aro del CB Granada En ataque Es determinante en la remontada el acierto desde más allá de la la línea de 6,75.

Sólo hay que ver la condensación de puntos que hay en las proximidades de la canasta del Club Baloncesto Granada para ver el lugar en el que Houston tiene un problema. Veintiún canastas del Estudiantes se lograron bajo el aro... o un pelín más allá. Es decir, los colegiales consiguieron 42 de sus 74 puntos ahí, donde los pupilos de Trifón Poch tiene un 'ligero' contratiempo desde que comenzó la temporada.

O si se quiere ver de otra manera, el 56,7 por ciento de los puntos con la firma de los jugadores visitantes vinieron de..., sí, de ahí mismo. Si a lo producido en el interior se suman los tiros libres, los del Ramiro de Maeztu sólo sumaron 18 puntos desde la media y larga distancia. Un 'lujo' que, evidentemente, el CB Granada no se puede permitir si quiere aspirar esta temporada a algo más que no pasar problemas para mantener su categoría de equipo de la Liga ACB.

Salto entre dos y rápidamente se vio que el CB Granada era, nuevamente, una Hermana de la Caridad atrás. Y por dentro, toda una congregación mariana. Ocho canastas estudiantiles en la pintura: Asselin y Caner-Medley, esperando el balón, o Granger, Oliver y Welsch, llegando desde atrás. Pero el primer tirón madrileño llegó con dos triples consecutivos de Ellis (3-12).

Antes de finalizar el primer cuarto, Prestes se fue al banco y Kurz se puso de 'cinco'. Casimiro colocó a Gabriel, que en el primer balón que tocó fue para, después de recibir de espaldas al aro, deshacerse fácilmente del pívot estadounidense del CB Granada y anotar con comodidad. Fue la primera canasta de muchas más que vendrían a continuación, la mayoría de la semejante factura. El 'caraqueño' se metió en la pintura, descubrió que por ahí se movía como 'boquerón' en el agua y...

En las filas locales, sólo Kurz fue capaz de amenazar en las cercanías del aro colegial. Karl anotó en penetración y todos los demás fallaron cada vez que lo intentaron.

En el segundo cuarto, más de lo mismo, pero peor aún. Gabriel continuó con su particular recital a costa de Kurz. El diferente 'tonelaje' de ambos pasó factura al de Poch. Además, para incrementar los males locales, apareció en escena Pancho Jasen. El CB Granada se mantuvo a duras penas gracias a los triples y un par de penetraciones de Gianella. Y para colmo de males, Jiri Welsch anotó un triple desde su casa milésimas de segundos antes de llegar al descanso para dejar el partido sentenciado (37-54). Eso creían unos y otros. Los de arriba y los de abajo.

Paso por el vestuario, se supone que un 'pequeño' toque de atención de Poch a los suyos y vuelta a lo que parecía la consumación de una carnicería. Pues no. Muy pronto se vio que la defensa de los nazaríes no iba a ser la misma, si bien en los primeros compases de la reanudación el Estudiantes falló no pocos tiros de los considerados 'fáciles'. Gabriel ya no era infalible, aunque fue el único que anotó en juego para los suyos. El cuadro local dejó al rival en siete puntos y, sin estar del todo acertado en ataque, recortó en diez la desventaja con la que reanudó el choque.

Ra-ta-ta-tá. Como una ametralladora comenzó el CB Granada el cuarto de la consumación del 'milagro'. Tras un tiro libre anotado por Korolev, cuatro triples seguidos con los que los de Poch cambiaron el escenario radicalmente (69-64). El Estudiantes volvió a meter balones dentro, pero por fuera se mostró nulo. Y lo que son las cosas: el acierto y desacierto en los tiros libres dictaminaron la sentencia.

El CB Granada ganó... pero ello no puede ocultar que su talón de Aquiles está en el juego interior, tanto en defensa como en ataque.

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