Un día para la ilusión
Estos días son propicios para lanzar mensajes de prosperidad, salud, paz... pero también para dar rienda suelta a anhelos mucho más materiales, de esos que se pueden solventar a base de euros, y el compañero idóneo para estas pretensiones es, sin duda, el sorteo del Gordo de Navidad.
Los loteros viven el día del sorteo con una ilusión diferente. Joaquina Rubio, de la Administración La Milagrosa, en la calle Palencia, reconoce sentirse "una cazadora de sueños" los días previos a la lotería. Cada día, decenas de granadinos hacen cola ante las ventanillas de su administración, la número 27 de Granada. "Como mínimo estos días tenemos cinco personas despachando lotería", explica Joaquina Rubio, que ya tiene experiencia en eso de repartir premios. En 2004, su administración vendió parte de un cuarto premio -seis millones de euros, nada menos- y la lotera confía en repetir este año. "Queremos repartir millones, y millones de besos, abrazos y felicidad", recalca.
La suya es una de las administraciones que más venden en la provincia de Granada. Su popularidad ha ido en aumento en los últimos años e incluso reciben pedidos "desde Alemania, Italia o Australia", que gracias a internet se despachan desde el Zaidín, un barrio al que le gusta invertir en lotería. "Aquí la gente sí gasta, es una tradición de la Navidad y parece que no es lo mismo sin un décimo", explica Joaquina, que reconoce que espera que este año "le toque a quien más lo necesite".
En el otro extremo de la ciudad se ubica la Administración número 27, en la Avenida Juan Pablo II, una zona de gente humilde. María Bueno, que despacha lotería en esta administración, explica que este año -cosas de la crisis- sobre todo se venden "décimos de uno en uno, incluso para compartir entre varias personas", mientras que en años anteriores sí era más frecuente adquirir varios décimos de un mismo número. Aún no ha hecho cuentas, pero sí tiene la sensación de que este año las ventas han decrecido.
Hasta su ventanilla se acercan sobre todo personas mayores. "Estos días hacen un esfuerzo para comprar lotería", explica María Bueno. "Nos cuentan que tienen hijos en paro" y confían en que su suerte cambie para mejor el día 22, al ritmo del soniquete de los niños de San Ildefonso. "Otros años había más alegría, la gente venía con otra ilusión a comprar lotería", explica la lotera.
Y ya puestos a comprar, ¿qué número prefieren los granadinos? Este año la provincia, como no podía ser de otra manera, se encomienda al 12. "Es el que más se pide", explica Bueno, quien añade que las exigencias de los clientes a la hora de encomendarse a un número son variadas: "Piden que el décimo no tenga ningún cero, que no se repita ningún número". Mantienen su buena fama año tras año el 5, el 7, el 13 y el inevitable 69. "Y luego hay quien busca los raros, los que son muy bajitos", recalca la lotera.
"Este número me lo ha encargado mi padre", explica frente a la ventanilla de la administración del Zaidín Isabel Escobar, que confía en que la suerte le sonría este año. Otros, directamente, se dejan llevar por la mano de la lotera. "Yo no los elijo, si me tiene que tocar, cualquier número vale", asegura Francisco Sales, que también hace cola en La Milagrosa para hacerse con un décimo.
En la otra punta de la ciudad, Manuel Sierra admite que este año ha tenido que recortar en el gasto de lotería de Navidad. "Estoy en el paro y este año he gastado poco. Cuando trabajaba me llegaba a gastar hasta 150 euros", recuerda. Este año se encomienda al 1. "Es un número que le gustaba a mi padre, que falleció hace una semana", explica. ¿Qué haría con el premio? "Tapar agujeros", reconoce.
Carmen Gálvez también tiene pensado destino para la lluvia de millones que espera el sábado. "Tengo hijos y nietos en paro, el dinero sería para ayudarles".
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