Desde que comenzó la primera reestructuración bancaria, aún con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y sin la certeza de que aquella 'revolución' sólo sería el primer paso, el sistema financiero español es la sombra de lo que era. Los procesos de concentración de cajas primero y la adaptación a los requisitos impuestos por Europa después, han desmantelado un sector que se situó en el ojo del huracán en el mismo momento que estalló la crisis. A su paso, la reordenación financiera ha dejado cientos de oficinas cerradas y miles de nuevos desempleados.

En Granada, tanto la red territorial como el empleo del sector financiero ha sufrido un ajuste superior al 15% en los últimos cuatro años. Quizá lo más evidente, por su visibilidad, sea el recorte de la estructura de oficinas y sucursales de bancos y cajas. Los datos oficiales del Banco de España apuntan que en septiembre de 2012 -son las últimas cifras disponibles-, Granada contaba con 714 oficinas de entidades de depósito repartidas por toda la provincia. Basta comparar esa cifra con las del año anterior para comprobar el varapalo que se ha llevado el sistema financiero, obligado a cerrar sucursales para optimizar recursos y para evitar solapamientos con sus nuevas alianzas. En septiembre de 2011, la red territorial de oficinas financieras contaba con 776 sucursales, 62 más que el año pasado.

Pero claro, ese descenso de la red de oficinas de las entidades del 8% no es raro, porque el número de sucursales no ha hecho más que reducirse desde el año 2008. En septiembre de 2010, Granada contaba con 816 oficinas; en septiembre de 2009, con 823; en septiembre de 2008, con 840. En cuatro años, por tanto, las entidades financieras han cerrado un total de 126 oficinas, recortando su presencia física en la provincia un 15%. Con los cierres de los últimos años, bancos y cajas han retrocedido a cifras del año 2001.

De forma paralela al cierre de oficinas, las entidades que operan en la provincia han llevado a cabo unos drásticos recortes en sus plantillas. Según los datos de la Seguridad Social, al cierre del año en la provincia había 4.660 granadinos afiliados como trabajadores de actividades financieras y seguros, una cifra un 7,2% inferior a la del año pasado, cuando la afiliación en el sector superaba los 5.020 empleados. Desde 2008, cuando las actividades financieras y los seguros daban trabajo a 5.571 granadinos, las entidades financieras han recortado sus plantillas aproximadamente un 16%, prescindiendo de casi un millar de trabajadores.

Y lo peor es que los despidos (o traslados o prejubilaciones), los cambios de jornadas y los cierres de sucursales aún no han terminado. En Granada, el caso más evidente es el de BMN, el grupo bancario formado por CajaGranada, Caja Murcia y Sa Nostra. Hace apenas unas semanas, el grupo lanzó a los sindicatos su propuesta para una tercera reestructuración que contemplará nuevos despidos y más cierres de oficinas. La proposición inicial del grupo -que aún tiene que negociarse con los sindicatos y que, por tanto, no es definitiva-, hablaba de una reducción de 867 puestos de trabajo y la clausura de 107 sucursales. Aunque no sólo afectaría a la provincia, ya que son cifras de grupo, está claro que Granada no se librará de los nuevos recortes, sea cual sea el resultado de la negociación con los líderes sindicales.