No hace falta recurrir a la teoría de los seis grados de separación (esa que sostiene que una personal puede estar conectada a otra en cualquier punto de la Tierra a través de una cadena de no más de cinco intermediarios) para encontrar a un granadino que haya decidido dejar la provincia en busca de oportunidades laborales. En cualquier familia y en cualquier grupo de amigos hay un componente que, después de darse de bruces con un mercado laboral insostenible y cerrado, ha optado por coger las maletas y marcarse al extranjero o a cualquier otro punto del territorio nacional con mejores perspectivas laborales.

Ese es el caso de 49.984 granadinos que en 2013, cansados de esperar una oportunidad que no llega, se marcharon a otras provincias y consiguieron, por fin, un contrato laboral. El último informe de emigración interprovincial de los trabajadores en España realizado por la agencia de recursos humanos Randstad y basado en los datos de contratación del Servicio Público de Empleo Estatal, apunta que a lo largo de 2013 casi 50.000 granadinos lograron encontrar un contrato de trabajo desplazándose fuera de la provincia.

También Granada recibió a trabajadores en busca de un contrato laboral, por mucho que los granadinos duden de que esta es una tierra de oportunidades. Mientras que 49.985 residentes en la provincia se marcharon para encontrar trabajo, otros 41.086 españoles procedentes de todos los puntos del territorio nacional eligieron venir a Granada, donde encontraron un hueco en el mercado de trabajo.

Con todo, el balance es negativo. Es decir, que Granada manda fuera a muchos más trabajadores de los que recibe, ya que registra un saldo de inmigración interprovincial negativo de 8.898 personas. Por el camino de la crisis, Granada está perdiendo a pasos de gigante fuerza laboral.

En Andalucía, son pocas las provincias receptoras, las que reciben más trabajadoras de las que 'expulsan'. Según los datos facilitados por Randstad, en esta situación únicamente se encuentran Huelva, que arroja un saldo positivo de 7.882 trabajadores (entran 44.793 y salen 36.911) y Málaga, con un saldo de 9.165 trabajadores (entran 59.500 y salen 50.335). El resto de las provincias de la comunidad autónoma son claramente receptivas, destacando el caso de Cádiz, que arroja un saldo negativo de 29.159 trabajadores, o Córdoba, con un déficit de 18.179.

De hecho, el informe de la agencia de recursos humanos destaca que Andalucía es la comunidad autónoma con mayor emigración profesional, con 402.324 contratos a trabajadores que llegan y 485.040 contratos a los que se van. Al otro lado de la balanza se encuentran la Comunidad de Madrid y Cataluña, las regiones que reciben más trabajadores procedentes de otros puntos de la geografía nacional.