Granada

El Metro pide prioridad de paso en la capital

  • Los vagones estacionan en la Caleta para familiarizar a los granadinos con el transporte que llegará a final de año El consejero de Fomento se reunirá en breve con los alcaldes afectados

"Los granadinos tienen que empezar a acostumbrarse a esta imagen en las calles", afirmó Paco Cuenca subido en el vagón del Metro parado en el punto neurálgico de la Caleta. Con estas declaraciones, el alcalde de Granada hacía referencia a la inminente llegada del transporte con el que se pretende modificar la movilidad del Área Metropolitana dando la vuelta al tráfico de la capital. El regidor supervisó junto a los delegados territoriales del Gobierno andaluz la fase en pruebas del tranvía, que ayer estacionó junto al edificio de los Juzgados dentro de la campaña de sensibilización ciudadana 'Tu Metro en pruebas' que está destinada a que la gente de a pie conozca el vehículo que les servirá para ir sobre raíles a otros puntos de la ciudad y, sobre todo, para que aprendan a convivir con un elemento que tendrá absoluta prioridad en la circulación.

Este programa que ya ha sido implantado en Albolote y Maracena, los dos primeros tramos del recorrido, hizo escala en la capital para difundir una serie de mensajes encaminados a facilitar la convivencia entre el Metro y otros modos de transporte como los motorizados-coche y moto-, las bicicletas y los peatones. Los trenes se encuentran en fase de pruebas y se mueven entre las paradas de Albolote y La Caleta, por los términos municipales de Albolote, Maracena y Granada. Ya en agosto, los trabajadores en formación realizarán las pruebas hasta Armilla una vez que hayan finalizado las obras de Andaluces, que se encuentran en su fase final. Son los plazos marcados para que el Metro llegue en este 2016 como tantas veces ha proclamado la Junta en los últimos meses.

Así lo aseguró ayer la delegada del Gobierno andaluz, Sandra García, quien indicó que los trabajos en el entorno de la estación de Andaluces "van muy bien" y estarán terminadas este verano. Igualmente, la delegada anunció que el consejero de Fomento, Felipe López, se va a reunir en junio con los alcaldes de los cuatro municipios afectados por el recorrido del Metro (Albolote, Armilla, Maracena y Granada). Un encuentro que servirá para cerrar flecos pendientes y que será la primera con el alcalde socialista.

En las próximas semanas se conocerá también qué empresas son las que explotan comercial del Metro. Ahora mismo la Agencia de Obra Pública está estudiando las cinco ofertas presentadas al concurso público de la Junta y que agrupan a un total de 13 operadoras nacionales interesadas en el contrato de 33,5 millones de euros para un plazo de seis años. Tras la adjudicación del servicio, se procederá a la selección de personal y a la formación de los trabajadores en dos tandas, para que se cumplan los plazos.

A esto se refirió también el alcalde, quien mostró total disponibilidad para coordinar la recta final del Metro con la Consejería de Fomento. Cuenca subrayó la "oportunidad" para aliviar el tráfico que va a suponer la puesta en marcha del Metro y señaló en que su equipo de gobierno quiere acabar con el "desastre" del modelo de movilidad del PP en la capital. Asimismo, el regidor manifestó que ya la llegada del tranvía modificará el tráfico de la ciudad de Granada, que tendrá que ajustarse a algunos cambios para dar prioridad al Metro y evitar conflictos en zonas como la de Villarejo, donde confluyen también los autobuses urbanos de la LAC.

Pero para que se realicen los cambios pertinentes en la estructura urbana de Granada habrá que esperar a que la fase de pruebas dé paso al ir y venir diario de pasajeros que comenzará a final de año con la llegada del Metro. Por el momento, el objetivo de la Junta es familiarizar a los granadinos con este transporte para evitar un caos vial cuando se ponga en marcha. Es normal que se necesario a ir acostumbrando a peatones, ciclistas y conductores a manejarse con una infraestructura de la talla del Metro, puesto que son ya muchos años los que los raíles y el césped se han convertido en un elemento más del paisaje urbano sin que pasen trenes.

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