Aplicar la normativa siempre es importante, aunque en algunos asuntos también lo es la concienciación ciudadana. Y esto ocurre, por ejemplo, en la lucha contra la degradación visual de entornos tan vulnerables como el Albaicín, donde los grafitis 'adornan' aljibes, fachadas de edificios y numerosas paredes de callejones que, tras ser limpiados, parecen condenados a lucir estas pintadas de forma permanente.

Bien lo sabe Miguel Valle, presidente de la Fundación Albaizín, quien ha propuesto a la Concejalía de Seguridad y Participación Ciudadana una curiosa iniciativa: que los mayores del barrio sean informantes de la Policía Local para ayudar a 'cazar' in fraganti a los infractores.

Según explica Eduardo Moral, el responsable de esta concejalía, los ancianos de las vocalías de mayores de las asociaciones vecinales del barrio informarán a la Fundación Albaicín de los perfiles de los grafiteros, los horarios más habituales en los que suelen pintar, así como los lugares en los que lo hacen. Estos vecinos del propio barrio aportarán su información a la Fundación Albaicín, que será la encargada de canalizarla y enviarla a la Policía Local. Así, los agentes elaborarán un catálogo para saber dónde actuar.

"Lo más importante de esta iniciativa es que si funciona, podremos pillar a los grafiteros, que realmente es lo más complejo de todo este asunto. Porque cuando logramos 'cazarlos' es por casualidad", asegura Moral. Para que esto cambie -especifica- "será muy positivo saber los horarios y los perfiles".

Esta nueva campaña aún no está cerrada aunque la próxima semana se reunirán Miguel Valle y Eduardo Moral para acabar de perfilarla. El responsable de la Fundación Albaicín confía en que esta iniciativa, junto con el cumplimiento de la normativa ayude a minimizar un problema que en solo dos meses ha supuesto un gasto considerable: 89.000 euros sólo para limpiar las fachadas de los edificios municipales.

En opinión de Valle, este anuncio del fiscal es "estupendo". Además, señala que, en el marco de la nueva Ordenanza de la Convivencia, que se pondrá en marcha el próximo mes, hay un apartado dedicado a la degradación visual del entorno que su fundación va a a respaldar con un programa de apoyo.

Pero, en su opinión, hay una cuestión que no se puede olvidar y que "la más práctica": disuadir a la gente de que pinte. "Nos saldría más barato que no pintaran. Es sólo una cuestión de civismo y de concienciación, además de poner en marcha los sistemas de la ordenanza con la implicación de la Policía Local y, por otra parte, de la Fiscalía". La implicación de los medios -apostilla- "es también esencial para que se respeten los entornos".