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El Festival opta por la transparencia para suceder a Enrique Gámez

  • El Consejo Rector aprueba que el nuevo director del certamen saldrá de un concurso público. Una comisión técnica de las distintas instituciones hará una selección final de cuatro candidatos.

El sucesor de Enrique Gámez en la dirección del Festival Internacional de Música y Danza saldrá de un concurso público al que está previsto que pueden presentarse unos cuarenta profesionales procedentes de toda España. Una comisión integrada por un técnico de cada una de las instituciones que integran el Consejo Rector será la encargada de redactar las bases para el proceso de sucesión. Es la resolución que adoptaron ayer Ministerio de Cultura, Junta de Andalucía, Ayuntamiento, UGR y Diputación en una reunión en la que Enrique Gámez anunció oficialmente su renuncia al cargo por "motivos personales". Sin embargo, Gámez está obligado por contrato a permanecer hasta el 24 de abril en el cargo una vez hecha pública su renuncia, aunque su continuidad hasta esta fecha depende de cuándo se nombre sucesor. Incluso podría darse el caso de que el nuevo director y Enrique Gámez coincidieran un tiempo en el traspaso de poderes.

En el calendario previsto por el Consejo Rector se espera que en el menor tiempo posible estén redactadas las bases para el concurso público, que se ajustará al código de buenas prácticas. Después, la comisión técnica llevará al Consejo Rector los nombres de los cuatro candidatos seleccionados, de los que saldrá finalmente el nuevo director del Festival de Música y Danza.

Mientras tanto, Enrique Gámez continuará con toda normalidad su labor al frente de la dirección del Festival, que en 2012 celebra su 61 edición. "El Consejo Rector del Festival quiere garantizar un relevo paulatino, sin que en ningún momento se interrumpa la actividad de la oficina del Festival", según la nota de prensa del festival remitida ayer a los medios. En este sentido, la programación del festival se presenta todos los años en febrero y en abril salen a la venta a las entradas, por lo que el nuevo director, si se acelera el concurso público, se encontrará con buena parte del trabajo artístico realizado. Le quedaría para la próxima edición todo el trabajo de producción de una cita que se desarrolla durante más de veinte días y que, sumando el FEX, lleva a la ciudad a centenares de artistas procedentes de todo el mundo. También asumiría el reto de mantener los datos del último año, con un 96% de asistencia a los espectáculos programados y con un presupuesto de torno a los 3.790.000 euros, con los que Gámez redondeó un programa que contó con la presencia de Zubin Mehta o el estreno de la ópera Ainadamar. De hecho, cuando asumió la dirección en 2001, el presupuesto de la cita granadina era de algo más de 3 millones de euros, con lo que el festival ha conseguido capear la tendencia inflacionista del sector musical. En cuanto a la sede del festival, el Consejo Rector acordó que la oficina del Festival, que actualmente está ubicada en Avenida Cervantes, estudie las diversas propuestas que han ofrecido varias administraciones para su traslado.

En este decisión, el Consejo Rector ha valorado que una cita con más de 60 años de antigüedad no debe tener una sede de alquiler. La Junta de Andalucía ya ha propuesto el traslado al Corral del Carbón, un emplazamiento céntrico y de valor histórico que iría en la línea de otros festivales como el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, que tiene su sede actual en la Casa Colón.

El futuro emplazamiento se decidirá con "el estudio técnico correspondiente de adecuación de las necesidades del Festival, se elegirá en breve la sede más oportuna", continúa la nota de prensa.

Recordando la época en la que trabajaron juntos en la Orquesta Ciudad de Granada, Enrique Gámez admitía que con Josep Pons había sido "como plantar un árbol". Con él había descubierto una visión de la música más allá de la habitual. Por eso, el concierto inaugural del primer Festival de Música y Danza sin Enrique Gámez tras más de diez años será un concierto muy especial. Josep Pons y la Orquesta Nacional de España (ONE) serán los encargados de abrir la 61 edición de un certamen que ya busca sustituto.

No es la primera vez que Pons ostenta este honor -ya fascinó al público granadino en 2008 con un programa dedicado a Messiaen, Wagner y Strauss-, pero en esta ocasión su presencia tendrá por varias razones un sabor a despedida. No estará Gámez, a quien le une una gran amistad. Pero también cambiarán las cosas para Pons, que dejará entre 2012 y 2013 la ONE para hacerse cargo de la dirección musical del Teatro del Liceo en Barcelona.

Aunque su marcha supondrá inevitablemente un trastorno, el hasta ahora director del Festival deja el camino allanado a su sucesor. Parte de la programación ya está cerrada.

Una vez más el Festival de Música y Danza tendrá en cuenta a los grandes referentes del pasado y Debussy será el gran protagonista. Se cumplen 150 años de su nacimiento y Granada tendrá la oportunidad de devolverle al compositor francés parte de esa admiración que tomó forma gracias a obras como Lindaraja o Puerta del Vino.

La labor de Enrique Gámez ha sido alabada en más de una ocasión no sólo por Josep Pons, quien confesaba a este periódico que merecía un monumento, sino por los integrantes del Consejo Rector del Festival de Música y Danza, quienes coinciden en destacar la extraordinaria labor que ha realizado.

El delegado de Cultura, Pedro Benzal, subrayaba que "el broche de oro" a su magnífico trabajo al frente del festival había sido su 60 aniversario.

Era una fecha para el recuerdo que abrió brillantemente Zubin Mehta con la Orquesta de la Comunidad Valenciana en el Carlos V -reencuentro al que asistió la Reina Sofía- y que continuó el estreno en España de la ópera Ainadamar con motivo del 75 aniversario de la muerte de Lorca y otros dos estrenos de danza, el Negro-Goya del Ballet Nacional y Federico según Lorca, de Eva Yerbabuena.

Cuando comenzó en el cargo en 2001como sustituto de Alfredo Aracil, Gámez contó con unos tres millones de euros. A lo largo de todo este tiempo ha conseguido pese a la crisis mantener el mismo presupuesto.

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