Cajón de sastre

Francisco González / García

"Nuestras campanadas"

27 de enero 2015 - 01:00

EL error de "nuestro" canal autonómico en las uvas del año nuevo se convirtió, gracias a las redes sociales, en un verdadero experimento social no previsto. El resultado de esta anécdota televisiva me deja tres reflexiones. La primera es la gran fuerza de las familias. Todas las imágenes de las redes sobre la catástrofe de las campanadas proceden del ámbito familiar. Hemos contemplado como han penetrado las tecnologías en las familias y como siempre había alguien que encontraba la solución simple. Las campanadas las damos nosotros con una olla o una copa, sobraba cualquier televisivo; tomen nota las televisiones. La segunda idea que resalto es que para criticar el suceso lo más rápido y fácil fue activar los estereotipos y tópicos habituales sobre los andaluces. Hasta para pedir disculpas, se acude al "gracejo" de "nuestra" tierra y gentes.

La tercera y mayor reflexión es una cuestión de fondo y de mayor calado. ¿Tenemos que pagar las familias andaluzas con nuestros impuestos una televisión autonómica de este tipo? Y donde digo andaluzas pueden ustedes poner cualquier otro gentilicio donde existen estos canales. Canales televisivos, desde la nación al municipio, que suelen ser aparatos de propaganda del gobierno de turno. En el caso andaluz de un único turno, ciertamente. No voy hacer sangre ni crítica de los tipos de programas que emite "nuestra" televisión autonómica. Muchas opiniones se han vertido sobre sus contenidos. Creo que, en unas condiciones económicas muy difíciles, los profesionales del canal autonómico hacen lo que pueden y, probablemente, lo que les mandan. Después de las campanadas ya les puedo anticipar la programación anual: carnavales y repeticiones de carnavales, saetas, farolillos de feria, sevillanas, toros grandes y toros chicos.

La "nuestra", como le gusta proclamarse al canal autonómico, insiste en machacarnos con fiestas, tradiciones, formas de expresión, lenguaje y otros elementos culturales que se repiten hasta la saciedad como si fueran la representación absoluta de Andalucía. El canal autonómico se empeña en vendernos y hacernos partícipes de un grito de algo así como: "Ozú mi arma que caló". Puede que represente a algunos o muchos andaluces, pero desde luego no a todos y desde luego no a muchos granadinos, ni probablemente a muchos almerienses ni a otros ciudadanos y ciudadanas de esta amplísima y variada tierra que es Andalucía. Quizás el experimento inesperado de las campanadas pueda servir para modificar el rumbo. Hay muchas "andalucías" que lo están esperando. Vale.

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