Monticello
Víctor J. Vázquez
Más allá de la corrupción
CONFIESO que no estoy sorprendido con el resultado del referéndum celebrado en la "United Kingdom", para nada. Siempre han sido ellos muy suyos. Y como siempre sabrán sacar buen partido de lo bueno o malo que derive de su decisión. Sus piratas son héroes nacionales mientras que nuestros conquistadores eran agentes de la inquisición.
Sí que me sorprende el cierto simplismo de algunos análisis de los resultados. Pareciera que todo el mundo hubiera votado por seguir en Europa y resulta que 17.410.742 hijos/hijas de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte han votado que NO. Todos los economistas, artistas, futbolistas, famosos de acá y allá, etc. etc., todos y todas asombrados, todos avergonzados de esos 17 millones largos de compatriotas que han votado lo que han votado.
Ahora resulta que el país que nos ponen como ejemplo de democracia parlamentaria tiene un primer ministro irresponsable que por salvar el pellejo en su partido nos lleva a una crisis europea sin precedentes. Pues eso me suena bastante en nuestras latitudes. Ahora resulta que el B1 en inglés va a ser una afrenta. Ahora resulta que vamos a tener que cambiar la canción de la "Champions" por alguna aria de Verdi o algún concierto de Bach. Yo propondría un pasodoble español. Y se nos fastidió el cambiar la hora para compartirla con los británicos. ¿Seguiremos pidiendo ese cambio ahora?
Seguimos con los análisis descerebrados: es que Gales y Escocia han votado tal o cual e Inglaterra cual o tal. ¿No estaba claro antes del referéndum que la decisión era para todo el Reino Unido? Consulten ustedes, si lo pueden encontrar en algún sitio, los resultados electorales del referéndum de la Constitución española de 1978 o del Estatuto andaluz de 1980 y luego hablamos. Ya lo dijo un inglés, este tipo de votaciones se organizan para ganarlas. Pregúntenle a Felipe González cuando convocó lo de la OTAN.
Repito que no estoy nada sorprendido. La respuesta estaba muy clara. Lo habían pronosticado unos científicos alemanes, en el corazón de la dolida Europa, al descubrir que los humanos y los monos reducen su círculo social al envejecer, es decir que queremos relacionarnos cada vez con menos gente (o monos) al hacernos mayores. Clarísimo, con una población envejecida, ¿Cómo no iba a ganar el Brexit? Por cierto que el estudio con monos se hizo en una especie de macaco, el Macaca sylvanus, la misma especie de mono que habita en el peñón de Gibraltar. Casualidades. Vale.
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