En los últimos años la cooperación internacional ha sufrido una auténtica transformación que también ha variado la fórmula de trabajo de las organizaciones que trabajan en la provincia. Tras una caída en picado de las ayudas y subvenciones por parte de las administraciones públicas, las organizaciones han pasado de intervenir principalmente en los problemas a actuar sobre su raíz. Una fórmula más eficaz que permite erradicar los conflictos pero también sonrojar a los gobiernos incapaces de solventar los problemas que se producen dentro de sus fronteras.

En todo ello, la Coordinadora Granadina de ONG (Congra) juega un papel fundamental. Formada por alrededor de 40 colectivos, esta organización -ahora mismo en proceso de recuento- está presidida desde noviembre por Inés Barrio y tiene como objetivos sensibilizar a la opinión pública sobre las graves consecuencias del actual modelo de desarrollo, promover la solidaridad en todos los estratos de la sociedad granadina, colaborar en la mejora de las condiciones de vida en los países empobrecidos, fomentar la coordinación de ONG entre sí y con movimientos sociales y administraciones, fomentar estudios sobre los problemas socio-económicos y culturales de los países, servir de canal de información y denuncia de las situaciones de injusticia generadas por el actual modelo de desarrollo, combatir el racismo y la xenofobia y la promoción del voluntariado social. No hay una semana en que no salgan a la calle para exigir a los responsables un cambio capaz de mejorar la realidad de quienes más sufren, independientemente de que se encuentren a miles de kilómetros o a pocos metros del Ayuntamiento.

La Congra cuenta con 40 organizaciones muy distintas, lo que enriquece los debates

"La cooperación no se percibe ya como un resolver los síntomas de 'enfermedad' que tienen los países del sur o intentar hacer una asistencia que resuelva los problemas, sino que se entiende como analizar las causas de la enfermedad mediante estudios e investigaciones para hacer un análisis profundo de por qué pasan los problemas, sin dejar de hacer asistencia humanitaria", detalla Barrio. En estos cambios también se ha producido una transformación en la forma de atender los problemas cercanos: "La Congra está tratando de hacerse presente con los problemas de refugiados que llegan aquí a Granada, con los cortes de luz de la zona Norte... cosas que suceden en nuestra provincia. Unir lo lejano y lo cercano es uno de los cambios más importantes que están sucediendo en la cooperación internacional".

Así, esta semana además de la labor que realizan en sus ONG, miembros de estas organizaciones participaron en una concentración contra los cortes de luz que sufre el distrito Norte y de distintos municipios de la provincia. Pero también han organizado multitud de eventos para apoyar a los refugiados acogidos, -alrededor de 100- en un momento en que Europa mira para otro lado mientras cada semana se ahogan en sus costas decenas de personas. "Sus costas", que también son "nuestras costas", en las que se rescata a decenas de personas que se juegan la vida para buscar un futuro mejor o la pierden en el intento.

De esta forma, entre los objetivos citados, el principal pasa por concienciar a la población de las consecuencias que tienen "nuestros hábitos de consumo", la forma de vivir que expolia a los países del sur y los deja sin recursos para abastecer a solo unos pocos. "Occidente opera en los países del sur esquilmando recursos, apropiándose de bienes de las comunidades de países empobrecidos y, por tanto, nuestro bienestar depende de esta explotación", destaca Barrio, que considera que informar a la población y protestar ante los gobiernos que apoyan esta fórmula de vida es fundamental para lograr la llave del cambio. "Hace falta una mayor conciencia social que redunde en el voto de los ciudadanos para que se elija a quienes de verdad apuesten por una igualdad".

Pero además, la Coordinadora trabaja por recuperar parte de las subvenciones y ayudas perdidas durante los años de la crisis. Con la crisis económica, según Barrio, la ayuda al desarrollo promovida por el Estado ha caído un 75%. Esto ha perjudicado a los proyectos que se iban a llevar a cabo, pero sobre todo a los ya iniciados que de repente se quedaron a cero. La diversificación de las fuentes de ingresos por parte de las organizaciones ha sido necesaria para afrontarlo.

No obstante, en la provincia de Granada se han recuperado algunas de las ayudas. Según la presidenta, la Congra logró el año pasado recuperar las convocatorias del Ayuntamiento de Granada y la Diputación tras la llegada al poder del PSOE. En concreto, en la capital hay un presupuesto de 280.000 euros para proyectos lo que equivale a un 0,12% del presupuesto municipal. "Está muy lejos del 0,7 que siempre hemos reivindicado, pero por lo menos es algo", incide. También la Diputación sacó en 2016 por primera vez en años una convocatoria por valor de 210.000 euros. Esto supuso un impulso para una veintena de asociaciones, como Calor y Café, Madre Coraje, Manos Unidas, Movimiento por la Paz o la Fundación Itaka Escolapios que les ha permitido desarrollar sus programas tanto fuera como dentro de las fronteras: "Hay de género, de educación, de comercio justo… y en todos los continentes".

Con este nuevo rumbo, el 2017 se plantea "apasionante". "Va a ser un año lleno de proyectos: sensibilizar a la población de las necesidades de los países del sur, hacer incidencia en el Ayuntamiento para que mejore las condiciones de los barrios marginados, organizar actividades de formación para colaboradores de las ONGDs que les permita responder a los nuevos retos del mundo actual y aumentar su presencia en las redes sociales". El trabajo ya ha comenzado.