Parece confirmado: a todos en el PP les gustaría que la conferencia nacional que su partido celebra este fin de semana en Valladolid sirviera para señalar al cabeza de cartel de las elecciones europeas, las del 25 de mayo. A todos, menos a Mariano Rajoy, presidente del Gobierno y de su partido, que tampoco es que no quiera, sino todo lo contrario. O vaya usted a saber. Una incógnita. Y si en eso no hay duda, la unanimidad es más aplastante en el caso de la designación del candidato del PP a las elecciones andaluzas, el sustituto de Juan Ignacio Zoido. Semana tras semana, se va aplazando un señalamiento que no llega. Sin embargo, la decisión de Jaime Mayor Oreja de autoexcluirse de las elecciones europeas podría acelerar el proceso, toda vez que Mariano Rajoy, según una creencia generalizada en el PP, estaba pensando en dos candidatos para las europeas: el político vasco y ex ministro del Interior con José María Aznar o Miguel Arias Cañete, ministro de Agricultura y probable candidato de España a ser comisario en Bruselas.

Mayor Oreja le ofrecía al PP un perfil que ahora Rajoy estaría tentado de utilizar: el de los duros ante los presos de ETA. Justo cuando Ortega Lara funda un partido situado a la derecha del PP, y al que se suma Alejo Vidal Quadras, el mayor fustigador de los nacionalismos, Mayor Oreja podría sostenerle esos votos que se le pueden ir por la derecha. La Asociación de Víctimas del Terrorismo lamentó ayer que el ex ministro del Interior no figurase de número uno en la lista del 25 de mayo.

Si no es Mayor Oreja, la persona con mayores opciones es Miguel Arias Cañete, dos veces ministro de Agricultura, con Aznar y con Rajoy. El político jerezano es un firme candidato para suceder al socialista Joaquín Almunia como comisario europeo, un cargo que no obliga, sin embargo, a ir en las listas a las europeas. Una vez descartado Mayor Oreja, Arias Cañete tiene todas las cartas para liderar la lista, lo que obligaría a Rajoy a realizar cambios ministeriales.

Hasta ahora, y en dos entrevistas, el presidente del Gobierno ha descartado una crisis gubernamental y, mucho menos, cambiar a algunos de sus ministros más impopulares, como Wert o Gallardón, los peor valorados. Bien es cierto que un presidente nunca anuncia cambios, pero si Arias Cañete sale del Ejecutivo, Rajoy podría aprovechar la situación para pulir la imagen de su Gobierno ahora que parece confiarlo todo a una mejoría de la crisis, que se haría evidente en el segundo semestre de este año.

Arias, que ha sido eurodiputado y que dirige un departamento con un pie en Bruselas y el otro en Madrid, tiene un buen perfil para llevar una comisaría europea, aunque, si es candidato, debería dimitir antes como eurodiputado.

La crisis de Gobierno le daría a Rajoy una oportunidad para otro cambio: el de Fátima Báñez, ministra de Empleo, para dirigir al PP andaluz. Los populares andaluces siempre dieron por hecho que Báñez era una de las favoritas de Rajoy, sino la primera, pero la onubense siempre se ha negado alegando poderosas razones familiares para trasladarse a Andalucía. Entre las dudas y las divisiones en el PP andaluz por uno u otro candidato, la dirección del partido optó por la demora. Para la secretaria general, María Dolores de Cospedal, encontrar un sustituto a Juan Ignacio Zoido no era una prioridad; estaba convencida de que eso no importaba a los votantes ni a la marcha del partido. Eso, al menos, era lo que opinaba hace unos meses. El tiempo ha demostrado que sí, que es vital y que el PP andaluz es un "pollo sin cabeza", una expresión que se ha extendido tanto en el PSOE como entre os dirigentes populares.

El PP andaluz desea que le nombren ya a un candidato. Por dos razones. La primera, porque necesita plantear ya las elecciones municipales de mayo de 2015 y estar preparado ante un siempre posible adelanto electoral en Andalucía. Pero es que, además, a medida que pasa el tiempo sin el nombramiento, el PP andaluz se revela como una organización carente de la mínima autonomía ante Madrid, una organización que ha ganado las tres últimas elecciones en Andalucía, pero que está a la espera de la decisión de la presidenta de Castilla-La Mancha. O de Rajoy.

A pesar de los movimientos entrecruzados en el PP, el que mayor consenso concita es José Luis Sanz, actual alcalde de Tomares y secretario general del partido. Sanz, que apenas levanta rechazo, incluso entre quienes no lo quieren como candidato, conoce muy bien al PP andaluz, se le considera una persona seria y capaz y tendría a todo el partido detrás. Además, y a diferencia de Báñez, no sería un canditato a palos, aunque últimamente guarda un silencio sepulcral sobre sus deseos.