Su nombre era uno de los que más sonaban para sustituir a José Sánchez Maldonado al frente de la Autoridad Portuaria de Málaga y al final ha sido el elegido por la Junta de Andalucía. El Consejo de Gobierno propondrá el martes al parlamentario andaluz del PSOE Paulino Plata como nuevo presidente del puerto de la capital.

La decisión se dio a conocer apenas 24 horas después de que Sánchez Maldonado anunciara que abandona el cargo, en el que únicamente ha estado ocho meses, por motivos personales y de salud agravados por el incidente ocurrido la semana pasada con un grupo de trabajadores del puerto. La consejera andaluza de Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, indicó este viernes que el nombramiento del sustituto se haría "de manera inmediata" y así ha sido.

Un escueto comunicado de prensa el Gobierno autonómico confirmó ayer que Plata se encargará de la gestión de la institución portuaria en unos momentos económicos difíciles. El socialista es un veterano de la Junta. Nacido en Melilla en 1953, es diplomado en Magisterio y diputado del Parlamento andaluz por la provincia de Málaga. Durante su trayectoria política ha ocupado los cargos de consejero de Agricultura y Pesca (1994-2004), de Turismo, Comercio y Deporte (2004-2007), y de Cultura (2010-2012).

Ingresó en el partido en 1977, fue secretario local de Mollina y Antequera, vicesecretario del PSOE de Málaga, concejal del Ayuntamiento de Antequera y alcalde de esta localidad desde 1987 hasta 1994, cuando fue nombrado por Manuel Chaves consejero de Agricultura.

Su avalada experiencia en la gestión autonómica tendrá que ponerla a prueba en la delicada situación en la que coge las riendas de la Autoridad Portuaria. En lo económico, porque la institución arrastra números rojos en su balance final de ejercicio, y en lo laboral, porque los sindicatos temen la posibilidad de que el Gobierno central obligue a aplicar un plan que podría afectar a cerca de medio centenar de empleados, de un total de 180.

Plata aseguró ayer a este periódico que es consciente de la "gran dificultad" que supondrá la actual situación económica, y explicó que lo primero que hará una vez que sea oficial el nombramiento será "informarme de todo y actuar con prudencia". El cargo de presidente de la Autoridad Portuaria lo asume "contento, pero a la vez preocupado por la responsabilidad de hacer las cosas bien y porque es distinto a lo que he llevado hasta ahora con un acusado componente de gestión y no tanto de política".

Pero se propuso como reto "poner todo lo mejor de mi porque el Puerto de Málaga es una joya y como tal merece toda mi atención".