Francisco Javier Fernández, 55 años de edad, empleado de banca, casado y con hijos, era uno de los ciclistas rondeños más veteranos, vinculado a este deporte desde hace muchos años. Hasta ayer era miembro de la junta rectora que dirige el Club Ciclista Rondeño desde la muerte de su último presidente, Francisco Ruiz. Precisamente, en el acto de homenaje al fallecido presidente se le pudo ver hablando desde el atril de la capilla del Convento de Santo Domingo, como uno de los organizadores del evento. Sus compañeros y amigos le definían ayer como una persona callada, dedicada a su trabajo y su familia, con el deporte, y en especial el ciclismo, como forma de vida. Incluso su mujer le acompañaba en esta afición, ya que ambos practicaban la salida en bicicleta como tándem.

Además, desde sus inicios estuvo vinculado al Club Ciclista Rondeño, del que llegó a ser presidente, y en sus últimos días formaba parte de su junta rectora al encontrarse inactivo. Su compañero de ruta, David Gallego, empleado de la empresa de servicio de aguas, deja también mujer e hijos. Compartía con su compañero una vieja afición por el ciclismo, y habitualmente iban juntos en las rutas que realizaban, incluida la de ayer, en la que perdieron de forma trágica la vida. También compartía su vinculación al Club Ciclista Rondeño. Incluso tenía en mente tomar las riendas de esta asociación ya que, como su compañero, se encontraba en situación de inactividad.