La Fiscalía de Granada ha fijado en diez años y medio de cárcel la petición de pena para el acusado de matar de 23 puñaladas con unas tijeras a un compañero de prisión, la misma pena que han solicitado la acusación particular y la defensa del procesado, que ha reconocido los hechos y ha pedido perdón.

En la tercera sesión del juicio, que se celebra en la sede judicial de la Caleta de Granada con jurado popular, el Ministerio Público ha calificado los hechos de homicidio, y no de asesinato como planteó de manera inicial, y ha rebajado en cinco años la petición de pena para David M. G.

Los hechos que se juzgan desde este lunes se remontan a las 17:30 horas del 19 de junio de 2017 cuando el procesado estaba en el taller de carpintería del módulo cuatro de la prisión granadina en la que también cumplía condena Pedro, un preso de 47 años.

En ese mismo módulo, el acusado comenzó una discusión con su víctima, sacó de entre su ropa una hoja de tijera de unos 6,5 centímetros de longitud y comenzó a perseguir a Pedro, que recibió al menos 23 lesiones en cara, piernas, brazos y zona pectoral.

Durante el inicio del juicio, el acusado reconoció que mató a la víctima aunque dijo que lo hizo porque abusaba de él. El procesado, que este miércoles ha ejercido su derecho a hablar para pedir perdón a la familia de la víctima, declaró no recordar los hechos y dijo que actuó sometido a medicación.

Fuentes del caso han explicado que tanto a la acusación particular como la defensa del acusado también han modificado sus escritos provisionales y se han adherido a la petición de pena de la Fiscalía. El jurado popular encargado de la causa, que ha visto las imágenes captadas en la prisión en las que el procesado mata a la víctima, recibirá este jueves el objeto del veredicto con el que tendrá que decidir si el acusado es culpable o no culpable de un delito de homicidio con el atenuante de confesión.