Granada

La 'experiencia' Juan de Reyes, más allá del vino de calidad

  • La familia Nestares proyecta inaugurar en 2010 el primer centro temático del vino en el municipio de Torvizcón, en plena Sierra de la Contraviesa

Cultura, gastronomía y, sobre todo, buen vino. Éstas son las tres patas sobre las que se asienta el ambicioso proyecto de la familia Nestares. A José Luis y a Ignacio, tercera y cuarta generación de una de las familias farmacéuticas más longevas de Granada, les une su amor por el vino, por el hermoso paisaje de la Contraviesa y un espíritu emprendedor que ha desembocado en la Experiencia San Juan de los Reyes. "Nuestra familia llevaba desde 1929 haciendo vino de la Contraviesa, pero hace quince años, cuando murió mi abuelo, se paró la producción", explica Ignacio, que recuerda que al retomar las riendas del viñedo, su padre y él se dieron cuenta de que necesitaban modernizarlo y adaptarlo a una de las nuevas tendencias que están pisando fuerte: el enoturismo.

"Al principio sólo contemplamos la modernización de la bodega para producir con las últimas tecnologías un vino de excelente calidad capaz de competir en el mercado. Pero luego empezamos a viajar y a conocer otras bodegas, y fue entonces cuando apostamos por dar un pequeño giro a la idea inicial", asegura Ignacio, que se ha encargado personalmente de dirigir el proyecto del Centro Temático del Vino Cortijo Juan de Reyes. Así, sin perder de vista que el vino de calidad tiene que seguir siendo el centro de la iniciativa, la familia Nestares decidió orientar al turismo la puesta a punto de su viñedo y de su bodega.

Cuando el Cortijo Juan de Reyes abra sus puertas al público -y eso podría ser en el primer trimestre de 2010-, los visitantes no sólo están invitados a beber y a disfrutar de una zona y unas vistas privilegiadas. Están invitados a vivir una experiencia completa que incluye conocer de primera mano la cultura que se asocia desde tiempos ancestrales a los caldos de la Contraviesa, el proceso de elaboración que va desde la vendimia hasta el embotellamiento y la rica relación entre las distintas variedades de vino y los excelentes productos de la tradición gastronómica de la zona baja de la Alpujarra. "Queremos que la gente se manche las manos con la vendimia, que experimente con el vino en nuestros talleres sensoriales y que aprenda a amar una tradición de la cultura granadina. Nuestra idea no es que la visita sea contemplativa, sino participativa, tangible", asegura Ignacio Nestares.

Y ésta es la premisa a partir de la que se ha desarrollado todo lo que tiene que ver con la experiencia Juan de Reyes, incluido el edificio rodeado de viñedos en el que se desarrollarán todas las actividades proyectadas por la familia Nestares. Con una superficie construida de 1.800 metros cuadrados -de los que más del 50% están excavados en la tierra, para adaptarlos a la pendiente-, el edificio central del Cortijo Juan de Reyes ha sido diseñado por una pareja de arquitectos que ha tenido clara en todo momento la importancia de que los visitantes se encuentren en un entorno envolvente, de forma que desde casi cualquier punto del edificio pueda verse la estancia principal: la sala de crianza en barricas.

El proyecto, que ahora se encuentra en fase de adjudicación, va a suponer una inversión de 1,8 millones de euros. Pero claro, si la iniciativa funciona tal y como los promotores tienen previsto, los beneficios pueden ser muchos. "Nuestras previsiones apuntan a que a partir de tres años desde la apertura del centro, podríamos recibir entre 8.000 y 10.000 visitas anuales", indica Ignacio, que recuerda que esto redundaría en beneficio de una zona que "aunque tiene muchos alojamientos, tiene poquísima oferta de ocio".

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