Salir al cine

John Barry suena en Córdoba

  • Quartet Records edita un disco doble con cinco bandas sonoras del compositor británico brillantemente interpretadas por la Orquesta de Córdoba y Fernando Velázquez

De verdadero acontecimiento discográfico cabe catalogar esta reciente edición doble del sello Quartet Records que recopila, en nuevas grabaciones a cargo de la Orquesta de Córdoba con el compositor cinematográfico Fernando Velázquez (Lo imposible) al frente, cinco bandas sonoras completas del gran John Barry (1933-2011) para dos films (Seance on a wet afternoon y A doll’s house) y tres dramas televisivos de los 70 protagonizados por Katharine Herburn (Love among the ruins, The corn is green y The glass menagerie), todas ellas reconstruidas para la ocasión por Leigh Phillips.

Acontecimiento en tanto que el sello que dirige José María Benítez sigue apostando, en plena crisis del sector, por proyectos ambiciosos y de alcance internacional (véanse también las nuevas grabaciones de La novia vestía de negro y Endless night de Bernard Herrmann con la Orquesta del País Vasco) y por la minuciosa recuperación, restauración y grabación de algunas bandas sonoras olvidadas o incluso inéditas que harán las delicias de aquellos aficionados que aún apuestan por los formatos físicos (incluso el vinilo) y por los textos críticos que los acompañan, en esta ocasión a cargo del mayor especialista en Barry Jon Burlingame

En su dimensión mediana, la Orquesta de Córdoba se nos antoja perfecta para dar vida a la escritura camerística de Barry para estos títulos, también para capturar la esencia sonora y la singularidad instrumental de partituras que, como Seance on a wet afternoon (1964), el thriller de Bryan Forbes, cuentan con el distintivo sello melódico, contrapuntístico y tímbrico (flauta, vientos-madera, vibráfono y clavicordio) del compositor de los mejores títulos de la saga Bond. El primero de los dos discos se completa con otra rareza felizmente recuperada, el recurrente y triste tema de A doll’s house (1973), la adaptación de la obra de Ibsen, para celesta, vibráfono, arpa y piano.

El segundo compacto tiene a Katharine Hepburn como protagonista por partida triple. La veterana actriz protagoniza los tres títulos producidos para la televisión para los que Barry compuso las bandas sonoras: Love among the ruins (1974) y The corn is green (1979), ambos dirigidos por el no menos veterano George Cukor, despliegan en sus temas centrales toda la delicadeza melódica de Barry y se unifican estilísticamente a través del uso de las cuerdas, los vientos-madera, el piano y el clavicordio, y el score para The glass menagerie, adaptación de la obra de Tennesse Williams de Anton Harvey, es el único de Barry compuesto para piano solo, interpretado con cierta torpeza buscada por él mismo en la versión original recuperada ahora por Silvia Mkrtchian.    

Sakamoto: músicas para una despedida

Fallecido el pasado marzo, el músico y compositor japonés Ryuichi Sakamoto (1952-2023) nos sigue acompañando mientras esperamos el estreno de Opus, el documental-concierto dirigido por su hijo donde se despide al piano tocando sus grandes temas consciente ya del final.

Al disco-homenaje Travesía (Milan) recopilado por Alejandro González-Iñárritu, se unían también en 2023 la que, a la postre, ha sido su última banda sonora para el cine, curiosamente la primera para uno de los grandes autores japoneses del momento, Hirokazu Kore-eda. En Monster (KAB), Sakamoto despliega ese interés postrero por deconstruir su propio pianismo y apunta también hacia el minimalismo y la electrónica como senderos para una emoción recogida e íntima que contagia la película desde su primera secuencia.

Bien distinto es el mundo sonoro de Wuthering Heights (1992), la versión del clásico de Emily Brontë protagonizada por Juliette Binoche y Ralph Fiennes, para la que el japonés compuso un romántico e inspirado score netamente orquestal y sinfónico en la línea de sus trabajos de aquellos días para el cine de Bernardo Bertolucci. Una nueva edición remasterizada de aquella banda sonora ha aparecido también estos días en el sello La-La Land con algunos materiales extra.  

Viva Varda!: Una celebración musical

Hasta el próximo 28 de enero sigue abierta en la Cinematèque francesa de París la gran exposición conmemorativa dedicada a Agnès Varda, pionera de la nouvelle vague fallecida en 2019 y cuya carrera artística no se limitó al cine sino que se expande también a la fotografía o las instalaciones museísticas.

Entre las muchas publicaciones derivadas del evento, ha aparecido también este disco de vinilo,Viva Varda! (Écoutez le cinéma), que recopila algunos temas y fragmentos de las bandas sonoras de sus filmes: de las memorables canciones de Michel Legrand para Cléo de 5 a 7 a las no menos pegadizas de Una canta, la otra no, sin olvidar el Mozart que sonada en Le bonheur, la melancólica música de Georges Delerue para Documenteur, los acordes sombríos de Joanna Bruzdowicz para Sin techo, ni ley, los alegres pasajes de M para Visages, villages o la canción que le dedicó expresamente Vincent Delerm.