Cómic

Te quiero, Gata

  • Entre conflicto y conflicto, los héroes también tienen tiempo para grandes historias de amor

Detalle de la ilustración de portada.

Detalle de la ilustración de portada.

Decir que Tom King es uno de los grandes guionistas del mercado norteamericano del comic book se ha convertido, a estas alturas, en un obviedad.

No son pocos los títulos que, junto a talentos de la viñeta, nos ha regalado, dejando patente su habilidad para ofrecernos una mirada diferente sobre algunos personajes.

No solo ha escrito una de las mejores y exitosas etapas al frente de la cabecera protagonizada por el Caballero Oscuro, sino que nos ha enseñado el lugar al que acuden los héroes cuando tienen problemas psicológicos, o ha expuesto ante todos el verdadero rostro de un héroe cósmico, además de llevarnos en un viaje a través de la estrellas junto a una rubia heroína y una vengativa chiquilla, por citar tan solo a algunos.

Pero regresando a la peligrosa urbe conocida como Gotham City, estaba claro que tras los hechos narrados en la colección de Batman, Tom King no iba a seguir esa línea argumental sin completar, abandonando a Bruce Wayne y Seline Kyle sin conocer su futuro como pareja, hecho que no pudo refrendarse en el altar, como ya sabréis todos los fans del murciélago.

Y para ello qué mejor que tener la libertad y total autonomía al salir de la colección madre y dedicar una cabecera a esta peculiar pareja que, como bien dice Selina, tienen mucho en común, ya que cómo podremos comprobar en las páginas de este imprescindible volumen, ambos personajes han nacido de la tragedia, ya sea abandonando a una bebé en un lóbrego callejón o arrodillado ante los asesinados cadáveres de tus padres…

Pues bien, queridos lectores, preparaos para un viaje que va a ser bastante movido, ya que la propuesta de Tom King al guion y la pareja de dibujantes Clay Mann y Liam Sharp seguro que sorprende a muchos por su originalidad.

Vamos a viajar, y mucho, en el tiempo, a través de tres épocas diferentes: en la primera, la más lejana en el calendario, Batman persigue a la ladrona Catwoman a través de los altos edificios de la ciudad, en un juego del gato y el ¿ratón?, escamado por la relación de ella con el príncipe de los payasos, Joker, que se va a convertir con el tiempo en el tercer vértice de un curioso triángulo, ya que Selina se balanceará entre el bien que supone su relación con Batman y la mala influencia que sobre ella viene del sonriente psicópata.

El segundo salto temporal también implica a Joker, ya que por su culpa reaparece en la vida de los protagonista el que fue el primer amor de Bruce, Andrea Beaumont, que en esta ocasión vuelve a Gotham para buscar a su desaparecido hijo, que se convertirá en una víctima más de la creciente locura de Joker, haciendo que la mujer adopte el papel de uno de los villanos más temidos y oscuro del universo de Batman, ¡El Segador!

Mientras la relación de Bruce y Selina tiene sus idas y venidas, una afilada hoja segará las vidas de todos aquellos que han tenido que ver algo en la vida de Joker…

Finalmente, una visión del futuro, en la que una ya anciana, pero aún en muy buena forma física, Selina, visita a un hombre. El resultado de este hecho va a marcar, y de qué manera, el argumento. Y conoceremos que en Gotham hay una nueva vigilante que ha heredado el manto y misión de su fallecido progenitor. Su nombre es Batwoman, Helena, la hija de Bruce y Selina.

Comprobaremos cómo la venganza no tiene fecha de caducidad, y más de un secreto será desvelado en esta definitiva historia sobre la relación de estos personajes, cuyas motivaciones, miedos, dudas, vamos a conocer mejor que nunca, ya que como os decía anteriormente, la habilidad creativa de Tom King nos va a llevar de un tiempo a otro, saltando sin que nos perdamos nada en el periplo.

Pero claro, esto no podía ser posible sin la labor de un extraordinario Clay Mann, con el que ya trabajó King tanto en la colección de Batman como en la miniserie ‘Héroes en crisis’, al que sustituye en algunos números Liam Sharp, con un estilo gráfico totalmente diferente, que bascula por momentos entre la influencia de Sam Kieth y Bill Sienkiewicz, nada más y nada menos.

Y como colofón, después de las doce entregas contenidas en él, este tomo no podía terminar sin contener todos esos relatos que Tom King ha escrito sobre la pareja a lo largo de los últimos años, y que redondearán todo lo que necesitábamos saber sobre la vida y relación de estos dos personajes, el vigilante y la ladrona.

En el apartado gráfico, como siempre suele ocurrir, King se hace acompañar por grandes nombres de las viñetas: Lee Weeks, Walt Simonson, el español Mikel Janín, Michael Lark, John Paul Leon, Bernard Chang, Shawn Crystal y Mitch Gerads. De lo bueno, lo mejor.

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