Historia y simbolismo para saludar al Corpus
El ex concejal socialista César Girón saca su lado más granadino en un emotivo discurso en el Salón de Plenos
0RGULLO y satisfacción es lo que toda persona debe sentir cuando lo nombran pregonero de la fiesta mayor de su ciudad. O al menos así lo cree César Girón, encargado del discurso de este año debido a su larga trayectoria como representante público de todos los granadinos. El ex concejal del PSOE en el Ayuntamiento de la capital -que incluso llegó a sonar para alcaldable- confeccionó para el pregón del Corpus 2015 un alegato basado principalmente en dos pilares: la historia de la fiesta del Corpus y su simbolismo.
Las palabras del que fuera durante años concejal electo socialista vislumbraron el estrecho lazo que une a César Girón con la semana grande de la capital desde su más tierna infancia. De esta forma, arrancó la plática evocando "los lejanos años en que esperaba el Corpus con ropa de estreno y manos impregnadas de caramelo de las barretas y el azúcar del algodón dulce que hacían mi deleite, en el Real de la Feria, situado por aquellos tiempos, por el Salón y la Bomba y en el Violón, convertido en calle del Infierno".
La rememoración de su niñez inserta en el Exordio del texto -que arrancó citando al poeta Antonio Machado- dio paso a un turno de agradecimientos. Sus rivales políticos de antaño José Torres Hurtado y Juan García Montero, al que calificó de "amigo querido", fueron los elegidos. "Con inusitada ilusión recibí de ambos, una fría tarde del mes de marzo, la grata proposición de ser el pregonero de las fiestas del Corpus Christi de este año 2015", exclamó ante los asistentes al Salón de Plenos.
Tras un brevísimo apartado dedicado a hablar del color y la luz que transmite la fiesta, el pregonero tocó uno de los puntos fuertes de su alegato: el de la relevancia histórica de la celebración. "El Corpus es la fiesta de Granada por antonomasia", proclamó. "Sólo la iguala en tal sinécdoque la celebración de la Toma, ésta más genuina, singular y propia", apostilló después.
Girón recordó que dicha celebración "está muy arraigada en todo el mundo cristiano. Fue a partir del Concilio de Trento cuando se generalizó [...], aunque sería durante los siglos XVII y XVIII [...] cuando alcanzó su máximo esplendor.
Al mismo tiempo exaltó el alcance de la celebración, "que casi inmediatamente tuvo un auge especial en algunas ciudades de la Corona de Aragón como Barcelona, Lérida o Valencia, continuando su expansión por señeras localidades de la Alta Andalucía como Baeza o Málaga".
El pregonero no dejó pasar la oportunidad de hablar de la Tarasca y la procesión, "instaurada por Urbano IV sobre la base del milagro de Bolsena", y de las carocas y la feria. Sobre las primeras, el ex concejal afirmó que "son hoy día la pimienta de las fiestas, la frontera entre lo festivo y lo memorable, expresando un deseo de corrección o de sátira de lo ocurrido a lo largo del último año". De "Real de la Feria" aseveró que "bebe más de las costumbres de la Baja Andalucía, que de los cánones estéticos y lúdicos de la propia Granada".
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