Algo menos de veinticuatro horas después de que se iniciase el incendio en Gualchos, en el que los efectivos desplazados trabajaron incansablemente por apaciguar sus llamas y extremar al máximo los daños, los vecinos del municipio regresaban a sus fincas e invernaderos para comprobar con sus propios ojos lo que las llamas engulleron. Un incendio forestal que se detectó pasadas las 14 horas del miércoles, que se propagó rápidamente en distintas direcciones por el viento, llegando a tener tres focos activos –en el paraje conocido como La Rochila, zona de Jolúcar y carretera de la Mina de Gualchos- y que ha afectado a cerca de 150 hectáreas de monte de matorral y pino disperso, y a una decena de invernaderos de la zona.

Un incendio que, debido a las fuertes rachas de viento –se llegaron a registrar hasta 100 km/h- hizo que los agentes que trabajan en el terreno temiesen lo peor y que alguien quedase atrapado en el interior de alguna de las casas diseminadas del lugar. Finalmente, se ha saldado con la lesión leve de un bombero y el traslado de un perro, que quedó atrapado en una de las fincas, al veterinario por heridas de diferente consideración, además de los daños materiales.

Sobre las 10 de la mañana, el Infoca ha dado por controlado el incendio y los agricultores y vecinos de la zona han regresado a sus fincas para evaluar los posibles daños. Miguel, un agricultor de la zona conocida como 'La Hortichuela', señalaba, mientras se apuraba por reparar parte de la estructura del invernadero afectado, que faltó poco para que las llamas engullesen la instalación, y reseñaba que "se ha salvado" gracias a que la zona de monte que rodea su invernadero "estaba limpia". En su caso, el fuego destruyó un lateral del invernadero donde cultiva pepinos, y en el que tendrá que gastar varios miles de euros para repararlo.

Además, señalaba, mientras aseguraba un plástico con otro compañero, que en cuanto les han dado permiso para subir y han visto que la cosecha no está por completo afectada, tenían claro que había que reparar la estructura de forma provisional, ya que "hay previsto para esta tarde más viento y frío, y eso puede destrozar una plantación de pepino".

A escasos metros del invernadero, otra vecina no tuvo la misma suerte y miraba con tristeza los estragos del incendio mientras retiraba bidones completamente calcinados e intentaba recoger los restos de un colchón para despejar la zona, mientras aun salía humo de algunos restos apilados.

La alcaldesa de Gualchos-Castell de Ferro, Antonia Antequera, ha señalado durante una visita a la zona para comprobar los destrozos que, el incendio ha afectado a un perímetro de 150 hectáreas, con dos grandes zonas afectadas.

Antequera ha explicado que por el momento no se ha cuantificado el daño, ya que hay al menos una decena de invernaderos afectados y aún tienen que evaluar la pérdida forestal que ha afectado a vegetación típica de la zona.

La Delegación del Gobierno activó el nivel 1 del Plan de Emergencias ante Incendios Forestales, y desalojaron cerca de medio centenar de viviendas de la zona norte del municipio de forma preventiva. Pasadas las 22.30 horas permitieron a los vecinos regresar a sus viviendas, tras valorar la evolución del incendio y colocar a un retén de bomberos.

Agentes del Seprona que se trasladaron al lugar en calidad de Policía Judicial Medioambiental Específica, han iniciado una investigación para esclarecer las causas que pudieron producir el incendio que afectó al municipio de Gualchos, hablando con distintas personas del lugar para intentar averiguar la causa que pudo ser el detonante para este incendio, barajándose varias hipótesis sobre lo ocurrido, así como el hecho de que existieran varios focos activos.