Costa

Motril homenajea a Ángel Gijón renombrado una de sus grandes avenidas

  • El Ayuntamiento ha renombrado la Ronda de Poniente y colocado una placa en su honor

Familiares y amigos se reunieron para rendir un querido homenaje al "mejor embajador del motrileñísmo" que la Costa pudo tener. Ángel Gijón falleció a principio de este año a consecuencia de una larga lucha tras la enfermedad, pero su recuerdo y afán por ayudar siempre a todo el mundo, estando disponible para cualquier iniciativa que fuera beneficiosa para Motril y para el impulso que queria realizar en todo momento del turismo en la Costa, siguen presentes.

Algo por lo que Motril decidió honrar su memoria otorgándole su nombre a una de las avenidas principales del municipio, para que de esta forma "perdure en la memoria de Motril, y de todos sus ciudadanos, su labor por ser un motrileño practicante" que dejó su sello personal en cada uno de los proyectos que desarrolló en la Costa, señaló la alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, durante el acto.

Un homenaje, con el que el Ayuntamiento, pretende recordar "el esfuerzo y la pasión" que Gijón ejerció por el desarrollo de su tierra, cumpliendo así con "una deuda moral, emocional y sentida de Motril hacia un gran hombre", renombrando la ya antigua Ronda de Poniente, por Avenida Arquitécto Ángel Gijón Díaz. 

"No hay mayor orgullo para una ciudad que reconocer a las personas que, en su vida, formaron parte de algo tan importante como el crecimiento, el desarrollo y la lucha por los intereses de sus convecinos", añadió García Chamorro, quién prosiguió prometiendo que "seguiremos avanzando y soñando como tú siempre lo hiciste, pensando en un municipio que crecería en todos los aspectos y formas, pero un municipio que necesita personas que como tú, crea en un futuro posible, inmenso, para nuestra ciudad".

El periodista y amigo personal de Ángel, Ignacio Camacho, indicó que se hacía dificil "venir a Motril sin que esté Ángel" y destacó "su lealtad, su disponibilidad eterna, su sí constante, generosidad infinita, entrega sin límites ni contrapartidas, sus ganas de vivir y de disfrutar, empatía, esa sonrisa perenne e imborrable, su aliento constructivo, su empuje optimista, la nobleza de espíritu que hacía de él un compañero imprescindible, un apoyo permanente y una referencia imborrable".

Tras el acto, en el que la familia depositó un ramo de flores a los pies del monolito con el nombre de la avenida, un coro entonó una Salve, haciendo honor a otra de las grandes pasiones del motrileño, el flamenco. 

Porque la huella de Ángel Gijón, así como su legado, siempre estarán presente en la Costa.

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